La falta de sueño, puede hacer estragos a mediano y largo plazo en el organismo, y particularmente en la adolescencia, es en donde se comienzan a manifestar este tipo de problemas.

Estudios realizados recientemente, demuestran que la falta de sueño en los adolescentes, aumentan considerablemente las probabilidades de sufrir depresión.

Si tenemos en cuenta que es en la adolescencia, en donde se tiende a trasnochar debido a las salidas nocturnas, y a la costumbre muy extendida de quedarse hasta altas horas de la noche despiertos mirando televisión o frente a la computadora o los videojuegos, entonces podemos afirmar que son los jóvenes, los que entrarían en este grupo de riesgo.

El estudio realizado en la Universidad de Columbia, en Nueva York, señala que aquellos que se acuestan después de las 12 de la noche, tienen un 24% más de riesgo de padecer depresión, que los que se acuestan a las diez de la noche, mientras que los que duermen menos de cinco horas, tienen un 71% más de riesgo de padecer esta enfermedad. Además, hay que tener en cuenta, que el sueño perdido, no se recupera, por más que queramos dormir todo lo que no hemos dormido antes, de un solo tirón. Esto también ha sido puesto de manifiesto en un estudio, y ponían como ejemplo el hecho de que los jóvenes los fines de semana duermen muy poco y quieren recuperar lo no dormido durante la semana, o no duermen lo suficiente durante la noche, para dormir luego todo el día.

Está comprobado que el sueño nocturno es más reparador y que son necesarias como mínimo ocho horas de sueño en la noche, para estar saludables y evitar estos problemas.

El dato

Los pensamientos suicidas, se incrementaban en un 20% en los que trasnochaban y un 48% en quienes sufrían de insomnio. La depresión, es un mal de época; según la OMS, será la principal enfermedad dentro de 20 años.