ADOLFO PIANTINI
Entre dos realidades

ADOLFO PIANTINI<BR>Entre dos realidades

MIAMI. FL.Adolfo Piantini(1946) es uno de los máximos representantes de la vanguardia artística dominicana de la segunda mitad del siglo XX. En  el resistente cuerpo de su producción simbólica desborda los límites identitarios de lo mágico-religioso, la interracialidad y la polísintesis cultural de la sociedad  dominicana. Desde hace más de cuatro décadas ha estado residiendo y trabajando en los Estados Unidos. En 1989 expuso por última vez en el país. A principios de julio, en el marco de la celebración del XXXlll Aniversario de Casa de Teatro, estará nuevamente en Santo Domingo exhibiendo sus trabajos recientes. Mientras tanto, hasta su íntimo y cálido espacio en el área de Holywood, Florida, me acompaña la queridísima Rita Ginebra, reafirmando  un dialogo fraterno y en proceso del cual extraemos estos fragmentos especulares.

-ALM: Las últimas dos décadas ha sido claves para la constante  opción de la fuga, para lo que podríamos advertir como la experiencia alógena del dominicano: desarraigo o trasmigración de millones de seres personas y personalidades del Caribe y América Latina,  ¿por qué rompes otra vez con la media isla, precisamente,  a principios de los 80s?

-AP: Yo llegué a nueva York en 1966. Ahí completé mi formación. Conocí, disfruté y participe de su movimiento cultural y artístico. Ahí conocí el arte Pop. Abrí los ojos sobre y ante lo que era el arte universal. En 1983 regresé a la República Dominicana, pero no era lo que yo necesitaba. El país-los servicios-no estaba bien, eran años difíciles. Entre 1984 y 1986 retorné a los Estados Unidos y estudié en Art Students League, en la New School y  en la School of Visual Arts. En Nueva York. Trabajé con Romare Bearden, gran colorista neoyorquino.Ya murió. Estuve un año y medio con él. En esa época yo seguía trabajando intensamente el recurso del collage. Trabajé con él por la afinidad con el collage.

-ALM: Pero dejaste Nueva York, ¿en que ciudad estabas pensando?

-AP: Me fuí de Nueva York porque sentía la necesidad de un cambio. El clima frió ya me resultaba incomodo. Para mi el artista es un químico. Tú tienes que estar experimentando a cada rato. Yo detesto quedarme igual. Estaba pensando en Miami y Puerto Rico. Vi en Miami una ciudad completamente cosmopolitan. Eso no lo encontré en San Juan. Yo vine a Miami también porque me sentía más cerca de mi casa en República Dominicana. Y eso me ha permitido exponer regularmente en Florida y Santo Domingo.

-ALM: Entonces, ¿es Miami la escala definitiva?

-AP: Todavía no considero a Miami mi casa. Aquí han pasado muchas cosas. Cuando yo vine a la Florida  ya trabajaba con galerías de esta área de los Estados Unidos. Trabajé con galerías y  muchas personas interesantes en Fort Lauderdale y luego en Boca Ratón. Recientemente he estado trabajando con diseñadores y decoradores reconocidos como Judy Howard, Stephen Lloyd y James Cross. Ellos promovieron  y promueven mi obra.  Yo Me siento entre dos realidades. Es un efecto más positivo. Tienes que trabajar más. Lo único que tienes es tu arte. Pero, en el fondo realmente siento que mi verdadera casa está en Nueva York.

-ALM: ¿Qué buscas y que llevas A Santo Domingo en tu “diálogo” reciente?

-AP: Estos trabajos son el resultado de una experiencia personal  muy especial. Para mi ha sido como un llamado de la altura. He pasado por un golpe fuerte. Estoy volviendo  a las raíces, a pintar y reencontrarme con mi pueblo, con mi cultura. Le llevo un Adolfo Piantini completamente diferente. Que se respeta más y que esta plenamente entregado a su trabajo. Ahora lo que siento lo hago con mas fuerza. Ahora respeto más el regalo de ser un creador y eso me  hace más exigente conmigo mismo.

-ALM: ¿Cuales son los aspectos que abordas  a través de los contenidos formales y objetivos?

-AP: Ahora estoy más abierto. Ahora el color también está en la figura. Hay varios mundos en la obra. Una síntesis mucho mayor. La visualización de la obra es mucho rica. Ya no se trata de los mismos materiales. Utilizo papel periódico, fibra de vidrio, diferentes variedades de acrílicos, cemento. Ahora puedo tocar estos elementos que antes no podía tocar, porque no lo veía  artísticos. Sobre el contenido: la preocupación social y espiritual. Tengo un gran respeto por la espiritualidad. Otras cuestiones importantes son el abuso infantil y el trasvetismo cultural. La mujer ha sido siempre una preocupación esencial en mi obra.  La belleza, la sexualidad, la maternidad. Erotismo sutil.

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