La presidenta de la Asociación Dominicana de profesores (ADP), María Teresa Cabrera, afirmó ayer que los datos arrojados por una investigación que revela el consumo de alcohol y drogas en alumnos de  sexto y octavo grado, demuestra la falta de políticas públicas efectivas por parte de los gobiernos y de medidas preventivas de las familias.

Consideró que la causa de que 8.4% de los estudiantes de sexto y octavo  grado de escuelas y colegios consuman droga y alcohol es el reflejo del alto nivel de degradación de la sociedad.

Indicó que el Estado no le garantiza a las familias de esos niños las condiciones  de vida para mantenerlos,  por lo que muchos padres  se dedican a trabajar, mientras los hijos se desarrollan sin su cuidado.

 “Yo creo que también hay una debilidad en el cumplimiento de leyes, de normas, porque aquí hay normativas establecidas que señalan que a los menores no se les puede vender bebidas alcohólicas, sin embargo, a qué colmado han sancionado porque le haya vendido cigarrillo o bebidas alcohólicas a un menor de edad, aquí las leyes no se cumplen”, dijo.

Esa situación confirma la necesidad de la definición  de  políticas públicas articuladas en las que la escuela juegue un rol fundamental que pasa por el trabajo del tema de la prevención incorporando a las familias.

Dijo que por eso la ADP trabaja en un programa de prevención de VIH Sida desde la escuela con la incorporación de las familias y que igual se puede hacer con las drogas y el alcohol.

Sin embargo, entiende que sin la participación activa del Estado es difícil lograr frutos, porque es un asunto de definición de políticas públicas.

Indicó que, al parecer, curar da más resultados que prevenir para algunos sectores y que por eso se tiende a esperar que la gente esté afectada para procurar remediarlo.

Abogó por la prevención y aseguró que la escuela sigue siendo un espacio  importante para trabajar el tema de la prevención, pero que debe haber visión desde el Estado para entender que es un problema serio que amenaza al país.