Washington. EFE. El mandatario de EE.UU., Barack Obama, advirtió ayer al régimen sirio que nadie puede meterse con la embajada de su país en Damasco, que reabrió sus puertas tras ser atacada el lunes por partidarios del presidente Bachar Al Asad.
Hemos enviado un mensaje claro de que nadie puede meterse con nuestra embajada, y de que tomaremos todas las acciones necesarias para protegerla. Creo que han recibido ese mensaje, dijo el mandatario. Obama añadió que su Gobierno está viendo cómo el presidente Asad pierde cada vez más la legitimidad a los ojos de su pueblo, un día después de que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, asegurara que el líder sirio no es indispensable para liderar el país. La idea de que Asad ha perdido la legitimidad, expresada ayer por Clinton por primera vez y respaldada por el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney, ha llevado a EE.UU. a trabajar a nivel internacional para aumentar la presión y ver si es posible llevar un cambio verdadero a Siria, aseguró Obama. Lo que hemos visto de parte del régimen ha sido un nivel de brutalidad inaceptable dirigida a su pueblo, sentenció el mandatario.