Seis de los principales productos agropecuarios de la canasta familiar, a partir del 2024 entrarán en una etapa difícil para los productores, debido a que podrán entrar al país sin pagar aranceles por medio del Tratado de Libre Comercio (DR-Cafta) firmado con Estados Unidos y Centroamérica.
Al hacer ese recordatorio, el consultor Marcelino Vargas recordó que “nos quedan 4 años para contrarrestar los efectos negativos que le traerá a los productores ese convenio comercial negociado a 20 años”.
Se trata de arroz, habichuelas, cortes de pollo, cebolla y ajo, parte de los productos de la denominada Rectificación Técnica. Para modernizar el sector agropecuario nacional el próximo año y poder contrarrestar la entrada de esos productos libres de aranceles en el 2024, Vargas hace 10 sugerencias y son:
Tratar de renegociar el DR-Cafta, para detener o alargar las desgravaciones de los aranceles, desarrollar un programa de mejoramiento genético en los cultivos y cría de animales y, en el caso de la ganadería de leche y carne, sembrar las nuevas variedades de pastos resistentes a sequías, de crecimiento más rápido y mayor contenido nutritivo y disponer de un banco de proteínas con fines de disminuir los costos.
Además, debido al cambio climático y el calentamiento global, programar con los ministerios de Medio Ambiente y de Agricultura un proyecto de reforestación de las fincas, lograr el etiquetado en los próximos meses con fines de proteger la producción agropecuaria nacional, los cuales llegan al país con etiquetas en otros idiomas, muchas veces vencidos o cerca del vencimiento y sobre todo productos cárnicos que han terminado su periodo de consumo y entran al país, haciendo una competencia desleal a las carnes frescas dominicanas y, si es posible, lograr en el primer trimestre del próximo año la licencia federal de exportación de carne de res hacia los Estados Unidos.
También ponerle más atención a la sanidad animal y vegetal, que el Ministerio de Agricultura desarrolle un plan de extensión y capacitación a técnicos y productores y hacer el censo agropecuario en 2021.
“Aquí debemos ser rigurosos, con fines de proteger de enfermedades a los consumidores. Sobre todo debemos tomar en cuenta la inocuidad de los alimentos, de tal manera que tanto los productos frescos como industrializados estén libres de contaminación”.
Otra de las recomendaciones de Marcelino Vargas es la de que “deberíamos imitar a Brasil, país que hasta finales del siglo pasado era de los mayores importadores de lácteos del mundo, sin embargo con un programa a nivel nacional de inseminación artificial y trasplante de embriones, cruzando razas lecheras con las razas cebuinas de leche, se ha convertido en uno de los mayores productores de leche del mundo”.