POR JUAN M. RAMIREZ
El   coordinador de Incidencia Política y Comunicaciones del Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes (SJRM), Kelvin Jiménez, advirtió ayer que mientras no se reglamente la Ley de Migración promulgada hace tres años seguirá la incertidumbre sobre la  migración haitiana en el país.

Al exponer en el panel “Mirada Mediática a la Migración”, en el Centro de Estudios Sociales Juan Montalvo, Jiménez destacó la importancia de que los medios de comunicación presionen para que la Ley 285-04, aprobada en 2004 sea reglamentada, ya que de lo contrario el flujo de personas se tornará incontrolable.

Aseguró que sin un marco jurídico y una planificación razonable y justa de la migración haitiana, así como de las actividades económicas entre ambos países, la situación seguirá siendo favorable para quienes pescan en río revuelto, tanto de un lado como del otro de la frontera.

Por su parte, Irving Vargas, de Marketing Word,  quien hizo una investigación cultural y económica en Haití, dijo que mientras la situación migratoria está en el limbo, la República Dominicana pierde cada día el mercado haitiano, tanto por la baja calidad de los productos criollos como por el problema de regularización del comercio entre ambas naciones, dijo

Consideró Vargas que tanto la sociedad como el Estado dominicano tienen que ver la migración haitiana como parte del aporte que estos pueden hacer al desarrollo nacional, y no solamente como una amenaza, pero para lograrlo hay que disponer de un marco jurídico sobre la materia.

Estimó que por un lado, la migración haitiana puede verse como un aporte para el desarrollo social y económico, pero al mismo tiempo éste aporte sólo podrá darse si se enmarca dentro de una legislación migratoria que ordene los flujos y ponga límites a los abusos que se cometen, especialmente contra los migrantes más vulnerables.

Atribuyó la falta de reglamentación a sectores conservadores que se benefician de la población irregular, a quienes pagan bajos salarios.