El presidente del Ministerio Jesús es Sanidad y Vida Eterna, reverendo Domingo Paulino Moya, aseguró hoy que “el injusto” proceso judicial que enfrenta el pastor y médico Julio Gómez, se encuentra estancado porque el linchado presunto delincuente tiene familiares en el tribunal que conoce el caso.
Paulino Moya indicó que los parientes del hoy occiso identificado como “Lagrimita”, y quien tenía varias fichas delictivas, presionan a lo interno a fiscales y jueces para que no se avance en la fijación de audiencia para que se conozca las peticiones de la defensa del galeno y religioso.
En un comunicado de prensa, el vocero cristiano adelantó que formará una mesa cívica que aunará para que se ponga en libertad inmediata al pastor evangélico.
Paulino Moya aseguró que esta mesa comenzará a tomar medidas la próxima semana y que llegará hasta al terreno que sea necesario para lograr el restablecimiento de la dignidad de una familia que ha sido realmente la víctima en este caso, lo que tiene al país y en especial al pueblo evangélico indignado.
“Lo que está en juego en este escándalo judicial es si el linchado criminal merece más consideración que una familia honrada y trabajadora”, externó Paulino Moya, quien entiende que todo el país debe unificarse para reclamar que a un hombre sin prontuario delincuencial se le dé la oportunidad de salir en libertad bajo fianza, «pues reúne la exigencias y la confianza que demanda las leyes de la República».
El religioso pide a la comunidad cristiana estar al tanto de las nuevas acciones que junto a otros tomará en los próximos días, para exigir la libertad de prominente médico y religioso.
Paulino Moya declaró que la maldad a un hombre de púlpito evangélico tiene olor a discriminación por su fe cristiana y cree que alguien debe decirle al presidente Danilo Medina, que los fiscales que actúan en contubernio con los familiares del «criminal» conocido como Lagrimita, linchado por miembro de la comunidad, son enemigos políticos de su gobierno.