El rector de la Universidad Iberoamericana (Unibe), doctor Julio Amado Castaños Guzmán, advirtió ayer que los programas que forman médicos especialistas en el país tienen una gran orfandad y las universidades por lo general no supervisan su formación, limitándose solo a expedir un certificado cuando se le dice que el profesional concluyó el programa.

El doctor Castaños Guzmán pidió la intervención inmediata del Ministerio de Educación Superior y del Consejo Nacional de Residencias Médicas.

A su juicio, el actual conflicto que envuelve al programa de residencias médicas, al Colegio Médico Dominicano (CMD) y de manera corresponsal a los ministerios de Salud Pública y de Educación Superior, destapa una caja de pandoras en la que se encuentran graves ineficiencias no solo de gestión, sino de calidad educativa y de la propia pertinencia.

Los indicadores de salud del país, específicamente los que tienen que ver con mortalidad maternal y mortalidad infantil, ya han sido denunciados en varias ocasiones por organismos internacionales y estudios relacionados con la calidad de la atención médica, tiene que ver con la mala formación de los especialistas en un número importante de esos programas, con sus excepciones.

“Nos encontramos con programas de residencias médicas, avalados por la universidad pública y las privadas, están huérfanos. Así lo menciona el documento del Plan de Calidad del Ministerio de Salud”, expresa el médico y educador.

Existen universidades que ni siquiera han visitado y evaluado los escenarios hospitalarios donde se forman esos especialistas; tampoco mantienen un control de los aprendizajes y de la calidad educativa.

Dijo que es tan grave la cadena de deficiencias, que existen programas de especialidades en vías digestivas donde no hay endoscopios y de cirugía donde no hay un laparoscopio y ortopedia sin instrumentos apropiados para cirugías de alta complejidad.

Deplorable. Castaños Guzmán deploró que el médico residente sea considerado como un esclavo del trabajo hospitalario.

Señaló que el incumplimiento de algunos médicos especialistas hace que el trabajo fuerte descanse en los residentes, que son quienes después de las 12:00 del mediodía hacen el trabajo en los centros de salud. Una gran sobrecarga de trabajo y con muy poca supervisión.

En el país muchos centros de salud no están en condiciones de tener residencias médicas, ya que operan bajo profundas deficiencias, lo cual los descartaría como escenarios docentes formativos.

El doctor Castaños Guzmán consideró que la actual discusión no debe ser encerrada en el tema económico, pues urge una profunda reforma educativa de esos programas.

Incoherencia. Es difícil llevar a cabo y es una contradicción ofertar programas de residencias y especialidades en centros de salud que no tienen los más mínimos indicios de calidad asistencial, denunció Castaños Guzmán. Esos programas, dijo, distorsionan la formación del especialista, ya que se forjan en malas prácticas y se trata de un problema que debe ser abordado cuanto antes.

“Nuestros problemas en el sistema de salud no son solo de infraestructura y gestión, sino de recursos humanos, ya que la calidad está puesta en tela de juicio”, aseguró.

Dijo que las universidades en su mayoría han sido responsables de estar avalando programas sin participar en el proceso.