RÍO DE JANEIRO (EFE).- El director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed El Baradei, advirtió en entrevista a un diario brasileño que Brasil tiene que permitir la inspección de su planta de enriquecimiento de uranio, cuyo acceso vetó a inspectores internacionales.
«Hemos inspeccionado las centrales de enriquecimiento de uranio en muchos países, sin revelar cualquier secreto industrial. Brasil no será la excepción», afirmó el especialista egipcio en una entrevista publicada hoy por el diario O Globo.
El Baradei afirmó que la agencia de la ONU no está interesada en los secretos comerciales de los países sino en garantizar que todas las instalaciones nucleares sean utilizadas para fines pacíficos.
Brasil viene negociando desde el año pasado un acuerdo con la AIEA para permitir una inspección de las instalaciones de la Industria Nuclear Brasileña en Resende, en el estado de Río de Janeiro y en donde tiene su planta de enriquecimiento de uranio.
El gobierno brasileño alega que ha autorizado varias inspecciones a la planta y le ha permitido a los fiscales acceso tanto al uranio que ingresa a la unidad como al que sale.
Sin embargo, se niega a permitir el acceso a la estación centrífuga con la que produce el uranio enriquecido, que el país desarrolló con tecnología propia en los últimos veinte años y a un costo de cerca de 1.000 millones de dólares.
Brasil asegura que quiere impedir que la piratería industrial copie una centrífuga de bajo costo y gran eficacia que pretende vender a otros países.
«Tenemos que ver ese equipo. Así se hacen todas las inspecciones. Brasil no puede ser una excepción. No se trata de una iniciativa específica contra Brasil. Hicimos lo mismo en Holanda, Alemania y Japón», aseguró el director general de la AIEA.
«Necesitamos ver los equipos porque, por razones técnicas, es la única forma que podemos garantizar que no está ocurriendo ningún enriquecimiento no declarado. Necesitamos darle garantías (a la comunidad internacional) y no podemos hacerlo sin tener acceso a esa planta», afirmó.
Brasil ha calificado como inaceptables las insinuaciones de que está escondiendo un proyecto para producir armas nucleares.
Según el ministro brasileño de Ciencia y Tecnología, Eduardo Campos, la Constitución brasileña prohíbe el desarrollo de armas nucleares y el país ha dado varias muestras de que su proyecto nuclear tiene fines pacíficos.
El Baradei afirmó que la AIEA no tiene ninguna preocupación con respecto al objetivo del proyecto nuclear brasileño y tan sólo quiere realizar su trabajo.
«No sé qué tipo de centrífuga posee Brasil, pero no existe un mercado de negociación de centrífugas que justifique tal preocupación (el veto)», agregó El Baradei.
El egipcio negó que exista una crisis entre la agencia que dirige y el gobierno brasileño y que ambas partes han avanzado en las negociaciones para permitir la inspección.
«Nos gustaría ofrecerles la situación más cómoda posible, pero tenemos nuestro reglamento: necesitamos tener acceso», afirmó.
Aseguró igualmente que considera «bueno» y que no preocupa a la AIEA el proyecto de Brasil de venderle uranio a China, ya que «somos favorables a la expansión del uso pacífico de la tecnología».