La Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Santo Domingo advirtió ayer que la juventud dominicana corre el peligro de perder su identidad a causa del fatalismo y el conformismo, que la hace victima del consumismo, el hedonismo, las drogas y el debilitamiento de la escala de valores.

Afirma que en la actualidad la mayoría de los jóvenes viven con un sentimiento de frustración e incertidumbre de frente al futuro.

«Queremos un país de comunión y solidaridad donde los viejos vicios políticos sean sepultados y transformados en ideas renovadoras y que conduzcan a la consecución del bien común»,

Muchos de esos males son atribuidos a la desintegración e inestabilidad familiar, la violencia intrafamiliar y una globalización que lleva a asumir modelos foráneos, desconociendo «nuestra propia cultura, identidad e historia».

Los jóvenes cristianos en representación de la juventud dominicana demandaron de un espacio de participación con dignidad dentro de una sociedad pluralista.

«Queremos una sociedad donde haya oportunidad para la juventud en todo orden, empleo, capacitación, educación, recreación sana y deporte, donde los políticas sociales estén claramente proyectadas y enfocadas hacia la población mas necesitada», expresan los jóvenes que ayer participaron en la Concentración de la Pascua Juvenil 2004.

En la concentración celebrada en el Club Mauricio Baéz monseñor Mamerto Rivas, en representación del Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, presidio una eucaristía concelebrada por el padre Luis Rosario, coordinador de la Pastoral Juvenil y por varios sacerdotes de la Arquidiócesis de Santo Domingo.

En un documento dado a conocer en la actividad, los jóvenes dicen que quieren una sociedad donde no exista el fanatismo politiquero, donde haya respecto, ecuanimidad, ecuanimidad, hermanda, solidaridad e igualdad.

«Decimos basta el deseo desenfrenado de los políticos de satisfacer los intereses personales a través del aprovechamiento de los cargos públicos. Exigimos un t rato mas justo y humano para todos, no sólo para los ricos y poderosos, de parte de las autoridades judiciales», sostienen.

La juventud dice que tiene la firme esperanza y trabajara para que surja una cultura juvenil que promueve los valores de respecto a los demás, la sexualidad responsable, el cuidado de nuestra ecología, la veneración de los valores patrios, la conciencia ciudadana, la espiritualidad de la comunión, el servicio y la solidaridad fraterna».

«Porque creemos en Cristo Resucitado, creemos también en el futuro, que día a día vamos construyendo en el presente, mirando en el horizonte la llama ardiente del amor de Dios u la riqueza natural y espiritual que tenemos como nación, que nos permitirán hacer realidad el sueño de Duarte y de todos los que se sacrificaron por hacer de la República Dominicana un lugar habitable para todos», plantean finalmente los jóvenes de la Pastoral Juvenil.