Advierte proliferación armas biológicas

<p>Advierte proliferación armas biológicas</p>

GINEBRA (AFP).- El refuerzo de las barreras contra la proliferación de armas biológicas es más necesario que nunca a causa de la amenaza terrorista y del progreso de las investigaciones sobre biotecnología, advirtió ayer el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan.

En un discurso de apertura de la Conferencia de Revisión de la Convención sobre Armas Biológicas, firmada por 155 países, Annan recordó que desde la primera reunión, celebrada hace cinco años, “la ciencia y las técnicas biológicas registraron avances significativos”, que redundan en beneficios para el desarrollo humano, pero también en peligros potenciales.

La lucha contra el terrorismo y la preocupación frente a enfermedades como el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) y la gripe aviaria han transformado, de alguna manera, el ámbito de aplicación de la Convención, así como las ideas que se tenían de su papel y su potencial, destacó el secretario general, quien llamó a los firmantes a superar sus discrepancias en aras del interés general.

La Convención prohíbe la investigación, el uso y el almacenamiento de armas biológicas, pero al contrario de los tratados sobre las armas químicas y nucleares no prevé mecanismos de verificación, como por ejemplo visitas a laboratorios privados o militares de investigación.

Los intentos que se hicieron por imponer este tipo de sistemas de seguridad tropezaron con el rechazo de algunos países como Estados Unidos, que puso fin a las negociaciones sobre esta cuestión poco después de la llegada de George W. Bush a la Casa Blanca.

El vicesecretario de Estado norteamericano, John Rood, consideró el lunes ante la Conferencia que su país está convencido de que Irán y Corea del Norte poseen, quizá, armas biológicas, por lo que violarían sus compromisos, y que Siria prosigue sus investigaciones. El régimen de Damasco firmó el tratado pero no lo ha ratificado.

Las actividades de estos tres países, prosiguió Rood, son motivo de inquietud por “su apoyo al terrorismo y el incumplimiento de sus obligaciones internacionales”.

   La espina dorsal de la legislación internacional contra las armas de destrucción masiva está constituida por los tratados que prohíben las armas biológicas y químicas, así como la proliferación de armamento nuclear.

   De todos ellos, el texto que proscribe las armas biológicas está considerado el eslabón débil del dispositivo, debido a la ausencia de control independiente y a la facilidad con la que se pueden destinar a usos ilegales las investigaciones sobre los virus y bacterias.

   “Los progresos de las ciencias de la vida y de la biotecnología son un rompecabezas. Todo evoluciona con tal rapidez que es necesario permanecer muy vigilantes”, destacó Masood Jan, el embajador de Pakistán y presidente de esta Conferencia, que concluirá el 8 de diciembre.

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