Todos los servicios digitales y el historial clínico del Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Tavares están a punto de colapsar por falta de pagos de una deuda de RD$107 millones que debió realizar la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), institución que hace acuerdos de pago con la empresa que suple la tecnología y luego no paga.
La denuncia la hizo ayer la doctora Catalina González, directora del centro, quien advirtió que no permitirá el colapso de un centro de salud que el país necesita.
El consorcio Isoft-TecnoHospital es responsable de garantizar que el centro mantenga sus servicios en línea.
Evidentemente incómoda, González dijo que están arrinconados equipos millonarios que pagó en dólares el Gobierno para instalar el Ciclotrón, único de ese tipo en el país, pero la OISOE no ha terminado de construir el área que se requiere.
Si esto sigue como va, en 10 años no habrá Instituto y no quiero ser parte de esto, asegura la doctora González, quien está a la espera de que el Gobierno salde sus compromisos. Ese hospital, único que tiene el Estado, recibe RD$19 millones de subvención, requiere RD$80 millones adicionales.
Parece que el sistema no estaba preparado para este centro, aseguró, el centro necesita un presupuesto adicional de RD$80 millones. Deben dar mantenimiento a equipos costosos y de alta tecnología.
El centro ha advertido que ya sufre el “blackout tecnológico” que le hará perder la información de 14 mil pacientes que tiene digitalizados. La estructura del centro especializado fue concebida para ser un hospital sin papeles, por eso los médicos revisan los estudios en línea.
Equipos No les han pagado a los ingenieros que construyen el área para instalar el Pec y el Ciclotrón.