Excelente que se grave el tabaco, las bebidas y azucaradas, pero el impacto de esta medida sobre la salud será opacado por el encarecimiento de la vida con reforma fiscal.

La reforma fiscal es una amenaza contra la salud y el bienestar de los ciudadanos, advirtió el reputado nutriólogo, doctor Jimmy Barranco. Mediante esta reforma, se aumenta el costo de la vida y se disminuye el poder adquisitivo del peso dominicano, incluyendo su “valor nutricional”.

Esto significa un limitado acceso a los alimentos nutritivos o aquéllos que proporcionan los nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo, dijo el maestro de la medicina.

Vital importancia

El encarecimiento de los alimentos de primera necesidad aumenta el riesgo de sufrir desnutrición por déficit (mala nutrición o “malnutrición”), desnutrición por exceso (obesidad y sobrepeso) y hambres ocultas, lo que implica anemia por falta de hierro, vitamina B12, ácido fólico, deficiencia de vitamina A, retardo mental y bocio por deficiencia de yodo, explicó el médico.

Los mas pobres

Según el proyecto de ley los pobres tendrán que limitar su alimentación al consumo de unos pocos alimentos que cuyo gravamen no será aumentado, aunque en la actualidad ya son inaccesibles, deploro Barranco. Sin embargo, aunque la carga impositiva no sea directa, aumentarán más su costo debido al encarecimiento de la vida y la depreciación de la moneda.

Alimentos no gravados

En este proyecto, el pollo no será gravado, se trata de una fuente de proteínas de alta calidad: la carne de pollo y de otras aves, los huevos, leche y sus derivados, dijo Barranco.

Aumento de precios

Contra la salud de la población, aumentará el costo de la sardina, el arenque, el atún y bacalao. ¡Olvídense del locrio de sardina o pica-pica! El cerebro, el corazón y las arterias están de duelo porque, “si Dios no mete su mano”, muy pronto ya no podrán disfrutar de los ácidos grasos omega-3, protectores cardiovasculares.

Muy grave

Aumentarán los niveles sanguíneos de colesterol y triglicéridos; la sangre se espesará, aumentará el riesgo de padecer infartos, cardíacos y derrames cerebrales, alerto el médico.

Son fuente de energía, los carbohidratos y grasas, plátano, yuca, arroz, trigo, maíz y pan. ¿Qué sucederá con la avena? ¡Prohibido para los niños pobres¡ Se hartarán de harina y pan, para mitigar el hambre, serán más obesos y tendrán más riesgo de sufrir de diabetes mellitus, alerto. No tendrán acceso a muchos otros alimentos. ¡Se agotará el dinero y aumentará la delincuencia!, dijo el médico especialista en nutrición. Son fuente de vitaminas y nutrientes inorgánicos (minerales).

Las frutas sin gravar parece que serán guineo, sandía, melón y los cítricos. ¡No habrá pera, uva ni manzana en Navidad! afirma. ¿Y los vegetales qué? Indudablemente que aumentarán de precio con la inflación. Habrá un déficit de vitaminas, fibras y antioxidantes, dificultando el control de la obesidad, la diabetes, el colesterol y los triglicéridos.

La microbiota

La microbiota intestinal será todavía mucho más pobre y menos diversa. Eso traerá como consecuencia un riesgo aumentado de padecer estreñimiento, hemorroides y diverticulosis, junto a la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.

Además, la falta de fibras impedirá el diálogo de amistad que debe existir entre el intestino y el cerebro a través de la producción intestinal de los neurotransmisores (serotonina y dopamina) de la felicidad. Entonces, habrá más pobreza, tristeza, ansiedad y depresión.

Menos frutas

La nueva carga impositiva hará que la gente consuma menos frutas y verduras; y así la dieta será deficitaria en vitaminas y minerales imprescindibles para la utilización óptima las proteínas, las grasas y los carbohidratos.

La alimentación es una necesidad primaria y un derecho universal de los seres humanos, y el Estado debe garantizar su seguridad.