POR ELVIS LIMA
La concentración de poderes en manos de una determinada organización política constituye uno de los riesgos más peligrosos e indeseables para el sistema democrático de los países de América Latina, ya que esto deja una brecha muy amplia para la corrupción y limita los mecanismos de control y de oposición.

Así lo advirtió ayer el colombiano Héctor Riveros, experto asociado del “Proyecto Regional de Gobernabilidad Local para América Latina”, perteneciente al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), quien también deploró la falta de voluntad política en países como la República Dominicana, para lograr una verdadera descentralización.

Indicó que en el caso de este país la situación se torna más grave porque a pesar de la importancia del tema, el mismo ni siquiera aparece como punto prioritario en la agenda nacional de los líderes políticos.

“Lo que uno percibe es que aquí el tema de la descentralización es totalmente secundario como tema público y de discusión en casi todos los escenarios, en los ámbitos políticos y académicos”, afirmó Riveros.

Al conversar con reporteros de Hoy, el experto internacional consideró que de la misma manera en que el presidente Leonel Fernández puso como tema de prioridad en la agenda nacional, el Metro de Santo Domingo, para solucionar el problema del transporte, en esa misma medida se podría insertar la descentralización como punto de debates.

Manifestó que cualquier hegemonía política que permita la exageración de los poderes públicos resulta muy indeseable, por lo que demandó de los diferentes sectores superar el desprecio por el tema.

PACTO POLITICO

Por otra parte, Riveros abogó por la creación de un pacto que le permita a todas las fuerzas políticas crear las bases necesarias para poder romper con las trabas existentes.

Indicó que para lograr mayores resultados se hace necesaria la construcción de la capacidad institucional de los municipios, porque sería un fracaso adelantar un proceso de descentralización, si no se cuenta con las estructuras necesarias. Precisó que también es necesario reconocer y desarrollar espacios de participación ciudadana para que ese traslado de poder llegue de manera directa a los ciudadanos, que son los principales actores de esos beneficios.

Dijo que la concentración de poderes tiene tantas repercusiones negativas que hasta afecta el derecho de garantía de las personas.

Consideró que para evitar esos peligros se hace necesario que los países tengan una mayor distribución de poder, a fin de que esto permita mejores mecanismos de participación ciudadana, por vía de la descentralización.

“Eso fue lo que se inventaron los liberales clásicos de hace más de dos siglos, cuando crearon estos sistemas de distribución de poder y lo hicieron precisamente para evitar que los gobernantes abusaran del poder o quisieran perpetuarse en él”, manifestó Riveros.

LOS QUE PIERDEN SE RESISTEN

Asimismo, el experto regional del PNUD aseguró que la mayor resistencia que presenta la descentralización en América Latina proviene de los grupos políticos a la hora que pierden una determinda cuota de poder.

Dijo que tanto es así que el que tiene poder no lo quiere entregar, pero que el que no lo tiene tampoco lo reclama.

“Entonces la situación tiende a quedarse así y eso no sería lo más conveniente”, añadió. Precisó que para lograr de un todo los objetivos deseados tienen que darse una serie de factores políticos que permitan que haya ese grado de distribución a favor de la mayoría.

Atribuyó la situación a la falta de visión territorial por parte de los principales sectores que inciden sobre el problema.

Señaló que la descentralización juega un rol de primer orden en cuanto al desarrollo humano del individuo, porque esto le permite mayores niveles de acceso a bienes básicos.

Consideró que otra ventaja de la descentralización es que la misma se convierte en un factor necesario e impulsado para el crecimiento del índice de desarrollo humano en un país.