Advierte riesgo de proyectos

Advierte riesgo de proyectos

POR ODALIS MEJIA
La construcción de hoteles en Bahía de las Aguilas sería una inversión costosa, complicada y riesgosa porque se deberá reemplazar los ecosistemas litorales y asumir los servicios ambientales que sean afectados, advirtió ayer Francisco Geraldes, director del Centro de Investigaciones de Biología Marina de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (CIBIMA).

Consideró que este reemplazo incrementaría el costo de inversión, afectando la viabilidad financiera, los precios y el mercado, por lo que cualquier “mala decisión” puede ocasionar la quiebra del negocio y el abandono del proyecto.

Afirmó que el modelo actual de la actividad turística en el país impacta de manera directa y ocasiona pérdidas sobre unas 20,423 hectáreas de ecosistemas litorales, lo que representa US$135.7 millones, equivalente al 15% de la contribución directa del sector que se estimada en US$900 millones.

Dijo que el 18.7% de la economía nacional depende de que los ecosistema del litoral funcionen adecuadamente y ofrezcan sus servicio a la población, tras explicar que el PIB se reduce en un 6.6% anual por la gestión inadecuada de los sectores que explotan y usan los recursos costeros marinos. “Esta perdida implica la alteración de los procesos ecológicos y ambientales que son el producto de alteraciones físicas, geológicas, biológicas, las cuales condicionan el entorno natural adecuado para que los ecosistema se establezcan y alberguen su biodiversidad propia y específica”, expresó. En el caso del Parque Nacional Jaragua donde se ubica Bahía de las Águilas, Geraldes explicó que en sus costas se captura el 40% de la pesca nacional de especies de alto valor comercial, aportando US$24 millones al año y sustentando unos 8,000 pescadores y personas relacionadas a esta actividad.

Mientras que las 13 playas de esa región, equivalentes a 32 kilómetros, constituyen la segunda zona más importante para la vida de las tortugas marinas, carey, caguamo, tinglar, iguanas, playeros y gaviotas, además de humedales, lagunas, bosques, entre otros recursos.

Dijo que el interés comercial que han despertado las áreas protegidas, principalmente en las zonas costeras y Bahía de las Águilas, implica impactos ambientales y la destrucción de la infraestructura natural de estas regiones con la consecuente afectación del entorno, los ecosistemas, la biodiversidad y la explotación del recurso agua.

Agregó que otros impactos que tendría esa zona serían contaminación por aguas residuales, concentración anormal de nutrientes e inorgánicos en el suelo y aguas, construcción de muelles, atracaderos y dragados, destrucción de ecosistemas sumergidos, eliminación de poblaciones marina, destrucción de vegetación de terrestre, etc.

Señaló que los ecosistemas litorales son patrimonios de importancia nacional, por lo que los servicios ambientales que ofertan deben ser tomados en cuenta para la planificación del desarrollo de regiones y sitios.

 Geraldes habló al exponer el tema “La sustentatibilidad ambiental en modelos de desarrollo turístico”, durante un panel sobre alternativas de desarrollo y conservación de Bahía de las Águilas auspiciado por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).

OTROS EXPONENTES

En la actividad, celebrada en la biblioteca Pedro Mir, también expuso el secretario de Medio Ambiente, Max Puig, quien reiteró que cualquier decisión que se adopte para la inversión turística en Bahía de las Águilas se hará respetando las leyes vigentes en el país, cuidando el patrimonio nacional y buscando las mejores soluciones.

Dijo que en el Parque Jaragua se está implementando un plan de manejo y se han fortalecido las infraestructuras destinada a su protección y disfrute por parte de los visitantes.

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