Advierte sobre una política a “retazos”

Advierte sobre una política a “retazos”

POR FERNANDO QUIROZ
El ex canciller Hugo Tolentino Dipp advirtió anoche que si los gobiernos dominicanos continúan tratando la inmigración haitiana a “retazos”  y  no se detiene el tráfico ilegal y el negocio de militares, buscones y empresarios, la traída de braceros puede, con los años,  hacer de cientos de miles de haitianos unos parias enemigos de los dominicanos. 

Tolentino Dipp hizo sus pronunciamientos en presencia del embajador de Haití, Fritz Cisneas, al  presentar el último libro del historiador Bernardo Vega.

El libro se titula “Trujillo y Haití: La agresión contra Lescot”.

Mientras que el embajador Cisnea dijo que en las próximas semanas se reunirá la comisión mixta de los dos países  para comenzar a definir  la nueva política de migración por parte de los dos gobiernos.

“La migración (entre República Dominicana y Haití) es un viejo problema y hasta hoy, a pesar de todas las vicisitudes no ha desembocado sobre un drama de esta naturaleza. Yo no puedo predecir nada”, añadió el diplomático haitiano.

Tolentino Dipp, historiador y conocedor del tema haitiano, dijo que sin una visión global que contemple los reales intereses de la nación dominicana y si no se estudia de manera seria y objetiva, el problema de los hijos de haitianos nacidos en el país la tendencia sería la agudización de la problemática.

 Cree que hay que evitar  fórmulas circunstanciales e inefectivas y  ponderar cuidadosamente la necesidad o no de un número determinado de inmigrantes.

Se amerita, indicó, hacer de las repatriaciones una tarea sistemática, organizada, respetuosa de los derechos humanos y en concordancia con los compromisos internacionales  que reconocen al Estado dominicano la facultad de ejercer su soberanía en materia migratoria.

La situación, dijo,  es más preocupante por la siembra de prejuicios y odios irracionales existente.

Señaló que actualmente no sólo los productores agrícolas expresan su disgusto cuando se habla de repatriación y de aplicar la ley que rige el empleo de la mano de obra extranjera, sino todos los sectores que se sirven de esa mano de obra ilegal, llegando incluso algunos de ellos a hacerlo en espacios pagados y en declaraciones escritas en la prensa.

Recordó que durante la tiranía de Rafael Trujillo el tráfico ilegal sirvió de excusa para ordenar el genocidio de haitianos en 1937, pero que la matanza se limitó al departamento norte, excluyendo los haitianos que trabajaban para empresarios extranjeros y luego el mismo dictador fue uno de los mayores empleadores con los ingenios que adquirió.

Con relación a la nueva obra de Vega se expresó convencido  de que será un buen acicate para ayudar  a levantar los pies frente al problema de la inmigración haitiana, a fin de evitar sumarle lacras y dolores a los que ya padece la vacilante democracia dominicana.

PEÑA GÓMEZ

Tolentino Dipp recordó cómo fue utilizado el prejuicio antihaitiano por el ex presidente Joaquín Balaguer argumentando que si el líder de los perredeístas llegaba a la presidencia los dominicanos se expondrían a un inminente proceso de desnacionalización. Eso no le extrañó de Balaguer, dijo, lo que sí le resultó inesperado fue el eco que dijo esos pronunciamientos encontraron en la campaña electoral de 1996. “Sus deudores, olvidando  o ignorando las enseñanzas de Juan Bosch, que su líder y maestro, les dejara, desplegaron una propaganda altisonante con las mismas insinuaciones con el mismo enarbolamiento de banderas maculadas, con la misma bullanguería del himno profanado”, agregó.

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