POR PEDRO GERMOSEN
La Asociación de Empresas Industriales de Herrera (AEIH) advirtió ayer que los tres poderes del Estado y los partidos políticos están enviando señales tan negativas a la sociedad que ponen en peligro las inversiones y la estabilidad de la economía.
La entidad empresarial expresó su temor de que a causa de esas malas señales de los poderes públicos, el mayor estímulo a la inversión y la estabilidad de la economía comiencen a desmoronarse, dando paso a un estado de crisis.
En un documento firmado por su Consejo de Pasados Presidentes, la AEIH dijo que desde el Poder Ejecutivo, el Congreso Nacional, la Justicia y los partidos políticos, se están tomando decisiones que, a la postre, terminarán afectando el tejido social y deshaciendo los logros estabilizadores.
Indicó que el rollo interminable del préstamo de US$130 millones a través de The Sun Land, el ruido que ha surgido en torno a las sentencias sobre las quiebras bancarias, la renuncia a la persecución judicial del caso PEME, la disolución de la acusación contra policías que usufructuaban vehículos robados y otros hechos, crean una atmósfera de desconfianza.
El Consejo de Pasados Presidentes de la AEIH recordó que el país tiene una economía integrada que está a los ojos de todo el mundo y es seguida por organismos financieros internacionales, bancos de inversión, casas de corretajes y asesores de capitalistas, que toman notas para calificar al país como destino de inversión.
El país parece caminar por un derrotero lleno de nieblas porque los poderes fácticos se prestan a buscar salidas extrainstitucionales a problemas judiciales, afectan el estado de derecho y envían la señal de que todo es arreglable, aún pasando por encima de la ley, del sentido común y de la conciencia social, dice el documento.
La AEIH consideró que la campaña hueca, basada en denuncias, escaramuzas verbales y no en propuestas, constituye un mal ejemplo para la sociedad y un mensaje que afecta la confianza, el factor que permitió a la economía dominicana resurgir tras la portentosa crisis de 2003 en la que todos los índices macroeconómicos se dislocaron.