Advierten distorsiones en impuesto a transferencias

Advierten distorsiones en impuesto a transferencias

POR MARIO MENDEZ
El impuesto a las transacciones financieras tiende a estimular a las empresas a mantener una alta posición de efectivo y puede dificultar el manejo de la política monetaria, se planteó ayer. A pesar de los cuestionamientos que algunos hicieron a este impuesto, se mantuvo en el proyecto de reforma tributaria aprobada anteayer por la Cámara de Diputados.

Se indicó que las empresas que tienen un alto volumen de operaciones de financieras, para evitar pagar el impuesto, prefieren muchas veces mantener altas sumas de efectivo en caja.

Se explicó que cuando esto ocurre, a la autoridad monetaria se le dificulta el control de los agregados monetarios.

Además, se explicó que su impacto fiscal final es difícil de cuantificar y puede ser muy inferior a las expectativas de los diseñadores de la reforma.

Se planteó, incluso, que este impuesto tiene efectos distorsiones sobre la economía.

Se explicó que al agravar todas las operaciones financieras resulta en un impuesto a los ingresos brutos en cascada que deteriora la competitividad.

Particularmente, el experto fiscal Daniel Artana ha planteado que si, a pesar de esos cuestionamientos, se quisiera aplicar ese impuesto, debería permitirse que se acredite contra los pagos de impuesto a la renta e ITBIS, «morigerando la carga sobre el sector formal de la economía».

Hay quienes plantean que este impuesto puede tener el efecto indeseado de estimular la desintermediación financiera.

Originalmente, en el proyecto de reforma tributaria presentado al Congreso Nacional se propuso establecer un impuesto a los intereses generados por los depósitos bancarios, pero luego de negociaciones con la banca, los diseñadores de política tributaria aceptaron cambiar ese impuesto por una ampliación del gravamen a los cheques que se conciliaban en la cámara de compensación al resto de las transacciones financieras, con algunas excepciones.

Este impuesto afecta mayormente a las empresas que tienen un alto volumen de operaciones financieras.

En el proyecto aprobado por la Cámara de Diputados se establece un impuesto de 1.5 pesos por mil sobre el valor de cada cheque de cualquier naturaleza, pagado por las entidades de intermediación financiera, así como los pagos realizados a través de la Cámara de Compensación Electrónica (ACH) y de los pagos realizados de cualquier otra forma.

Además, se precisa en el proyecto que las transferencias a la cuenta de terceros en un mismo banco también se gravarán con un impuesto de 1.5 pesos por mil.

De ese gravamen sólo se excluyen los pagos bajo la seguridad social, los hechos a favor del Estado por concepto de impuestos, así como las transferencias que el Estado deba hacer de estos fondos.

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