SABANETA. SANTIAGO RODRIGUEZ. La Federación  de  Ganaderos  del  Noreste (Fedegano) advirtió ayer que el país podría quedar sin leche de vaca en los próximos días si persiste por más tiempo la sequía que afecta esta región y la apatía del Gobierno en adoptar medidas urgentes para conjurar la situación.

Además, revelaron que la producción de leche se ha reducido en un 50%, ya que  de 14 mil litros diarios que producían,   sólo se producen actualmente siete mil litros, mientras  1,500   cabezas de ganado han muerto, debido a que no hay comida para alimentarlas.

Daniel Valerio, presidente de Fedegano, declaró que como consecuencia de la sequía,  ya que la tierra no produce nada, y  que pese a las solicitudes de apoyo que han formulado a las autoridades, ante la dramática situación, ni siquiera han recibido respuesta.

“Estamos solos, huérfanos de autoridad. Estamos  gastando el doble en la producción de leche porque no tenemos  apoyo del Gobierno, siendo esta una de las provincias que más la genera”, dijo  Valerio.

El presidente  de Fedegano explicó que  los ganaderos  han sido forzados a  recurrir a los recursos  que no  tienen, para buscar  caña de azúcar en Imbert, Puerto Plata y transportarla hasta las  fincas para darles comida a las reses.

“La caña de azúcar la  buscamos en Imbert, y pagamos  entre  siete y ocho mil pesos, dependiendo del tamaño del camión. Esto es deprimente, y estamos considerando hacerle  un llamado al señor presidente de la República, doctor Leonel Fernández, para que  declare  ya la zona en  emergencia. Las vacas se están  muriendo”, expresó.

Manifestó   que  en lo que compete a la sequía, desde  el  2004 no  observaban una situación semejante, y señaló que la producción de leche, que  deja a la provincia  alrededor de   50 millones de pesos mensuales, con el drama actual muchos negocios irán a la quiebra.

Por la Federación de Ganaderos también  habló Eugenio De León, quien consideró que la problemática pone en  juego la credibilidad y la entrega de los  hombres  y mujeres del campo,  “hombres de trabajo que nos levantamos a las  cuatro  de la mañana para producir leche y abastecer a la población”.