Advierten  en la economía
de EU señales de agonía

Advierten  en la economía<BR>de EU señales de agonía

Washington. EFE. La pérdida de decenas de miles de trabajos en febrero ha convencido a muchos analistas de que EE.UU. está sumido en una recesión, mientras continúa la crisis de confianza en los mercados de crédito.

“Habíamos sospechado que Estados Unidos entró en una recesión a finales de 2007, pero este informe lo confirma”, dijo Sophia Koropeckyj, directora gerente de Moody’s Economy.com.

Para que sea oficialmente una recesión, la economía de Estados Unidos deberá contraerse dos trimestres seguidos.

Sin embargo, su definición, que será a posteriori, es un asunto académico y la realidad, que no discute ningún analista, es que el sector inmobiliario ha contagiado su anemia al resto de la economía.

Lo hizo en vista del informe de empleo, que fue el peor desde la última recesión, ocurrida en 2001, según Jared Bernstein, del Instituto de Política Económica, un centro independiente. El Gobierno reveló que en enero se perdieron 63.000 plazas laborales y redujo, asimismo, su cálculo de empleo preliminar de diciembre y enero en otros 46.000 puestos de trabajo.

Paradójicamente, la tasa de desempleo cayó en una décima, hasta el 4,8 por ciento, pero esa bajada se debe a que 450.000 personas abandonaron la fuerza laboral, muchos de ellos porque, desanimados, dejaron de buscar trabajo, con lo que desaparecieron de las estadísticas.

Esa no es una tendencia sostenible y si continúa la situación económica actual, la tasa de desempleo saltará, posiblemente de forma drástica, según Robert Carnell, un economista de Deutsche Bank.

Mientras, el lado financiero sigue envuelto en la negrura. 

Bush reconoce mal momento

El presidente  de Estados Unidos, George W. Bush, reconoció ayer  que la economía de su país atraviesa “un momento difícil”, pero aseguró que el plan de estímulo fiscal aprobado por el Congreso aumentará el gasto de los consumidores.

“Está claro que la economía se ha desacelerado”, dijo Bush en una breve declaración. La Casa Blanca organizó su intervención en el último minuto después de que se divulgara un informe de empleo que muestra una situación más cercana a una contracción económica.

«Éste es un momento difícil para la economía, pero hemos reconocido el problema de forma temprana y hemos aplicado una inyección de estímulo”, dijo el presidente.

Esa inyección consiste en el envío de cheques a más de 130 millones de hogares, así como incentivos para que las empresas inviertan más, lo que le costará al erario público 152.000 millones de dólares.

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