Advierten las exigencias sociales TLC

<p>Advierten las exigencias sociales TLC</p>

Por JUAN M. RAMIREZ
La delegación de seis congresistas de los Estados Unidos que estuvo en el país advirtió ayer al gobierno que el tratado de libre comercio DR-CAFTA implica además responsabilidad social, como mejorar las condiciones de vida de los trabajadores que elaboran los productos que entrarán a la nación norteamericana.

También exige tolerancia cero para quienes utilizan niños en las plantaciones de caña de azúcar.

En rueda de prensa en el puerto Multimodal Caucedo, en Boca Chica, previo a su partida hacia Estados Unidos, los seis legisladores enfatizaron sobre la producción de azúcar y la precaria situación de los trabajadores que laboran en las fincas de caña y el deplorable estado de los habitantes de los bateyes.

Expresaron preocupación porque a muchos trabajadores que laboran  en los cañaverales se les retienen sus salarios con la promesa de que luego serán entregados, lo que no se cumple la mayoría de las veces.

Exigieron del gobierno supervisar o monitorear lo que sucede con los trabajadores, para que se garantice que por lo menos se les pague por la labor realizada. Afirmaron que en ocasiones solamente se les paga una parte para obligarlos a seguir en las fincas.

Consideraron que el TLC es una de dos prioridades de los Estados Unidos,  pues la otra prioridad es la seguridad, por lo que para la delegación ha sido una gran experiencia venir a República Dominicana a constatar lo que sucede desde el punto en que es producido el azúcar hasta el momento que llega a las mesas de los norteamericanos.

La delegación de legisladores de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos estuvo integrada por Eliot Engel  (Nueva York), Donald Payne (New Jersey), Bárbara Lee (California), Kendrick Meek (Florida), Maxine Waters (California) y Lynn Woolsey (California), todos del Partido Demócrata.

Engel, presidente de la Subcomisión Hemisférica Occidental y del Comité de Energía y Comercio, expresó que el TLC no es solamente comercio, sino además responsabilidad social.

«Queremos asegurarnos de que exista la protección para medio ambiente y para los trabajadores, y esto es algo que mis colegas que me acompañan quisieran poder monitorear y quisieran poder ofrecer su ayuda», expuso. 

Consideró que sería una situación de triunfadores si además del acuerdo comercial, en que se promociona la creación de empleo, que la gente gane dinero, también de manera simultánea se incentiva el mejoramiento de las condiciones de vida de las personas que hacen el trabajo.

Al preguntársele sobre su percepción sobre la vida en los bateyes, respondió que cuando lleguen a los Estados Unidos se sentarán a trabajar sobre la percepción que tienen del país para determinar cuál será el mejor procedimiento a seguir.

«Pero como he dicho, nadie debería vivir en esas condiciones, pero cualquier cosa que nosotros pudiéramos hacer para ayudarlos quisiéramos hacerlo», expresó.

Resaltó el trabajo de la prensa dominicana, la que definió como vibrante y expresó que no podría decir lo mismo de muchos países del mundo. Consideró que esto ayudará a ambos países a profundizar aun más las relaciones.

Kendrick Meek, demócrata de la Florida, destacó el gran volumen de comercio entre Estados Unidos y República Dominicana, por lo que para su nación es prioridad que sean inspeccionados todos los contenedores que llegan a ese país.

Engel aclaró que llegaron al país motivados por la gran amistad que tienen con dominicanos en su distrito, y que no vinieron para juzgar a nadie.

Expresó que durante su período en el Congreso, al frente del subcomité, trabajará para acercar la República Dominicana con Estados Unidos.

Sostuvo que vinieron en son de amistad, para aprender, y que fueron muy bien tratados por los dominicanos y las personas que conocieron.

«Lo único que siento es que este viaje ha sido demasiado desafortunado, demasiado corto, pero eso es bueno también, porque quiere decir que regresaremos», precisó el legislador.

Se quejó de que la prensa haya destacado con mayor énfasis el tema de la migración haitiana, cuando su visita comprende otros temas de importancia, como el libre comercio y la seguridad.

«Hoy estamos aquí en el puerto, es parte de nuestra visita; ayer el embajador Hans Hertell, en su casa, durante una recepción, nos presentó a muchos empresarios, parte de la vida activa en el país, también eso forma parte de nuestra visita», sostuvo.

Sin embargo, recalcó que al visitar los bateyes sintieron preocupación por las condiciones en que algunas de estas personas están obligadas a vivir, lo que no es una acusación a la República Dominicana.

Manifestó que sentiría igual con condiciones similares que puedan existir en los Estados Unidos o cualquier otro lugar del mundo, por lo que no vinieron para acusar a nadie con el dedo, sino para ver los que puedan hacer para ayudar.

Dijo que el nuevo congreso norteamericano tiene el deseo y la voluntad de que sean revisados y verificados el 100% de los contenedores que van a Estados Unidos, para evitar que materiales peligrosos puedan llegar a esa nación.

Mostró satisfacción por la labor que desarrolla el departamento de seguridad en el Puerto Multimodal Caucedo, y dijo que espera regresar a República Dominicana.

Aclaró que no solamente es importante la seguridad de los Estados Unidos sino además de la región, por lo que harán todo los que esté a su alcance para mantenerla.

De su lado, Donald Payne, demócrata de New Jersey, de la Subcomisión de Asuntos Africanos, de Operativos y Derechos Humanos Globales, así como Fuerza Laboral y Educación, lamentó el desinterés de la República Dominicana para acceder a un fondo de US$15,000 millones para programas contra el VIH/SIDA.

Informó que esos recursos están a disposición y se declaró dispuesto a gestionar para que la República Dominicana sea beneficiada, ya que el programa se mantendrá durante cinco años.

Señaló que visitó los bateyes donde pudo constatar la precaria situación de salud y que a pesar de ello las autoridades no hayan solicitado de los fondos que dispone Estados Unidos para esos fines.

«La República Dominicana no está en la lista actual, pero si hay algún tipo de iniciativa por parte del gobierno, lo cual le costaría cero, pudiese ayudar a las personas que viven esas áreas (bateyes) para atender algunos de los problemas de salud, que es lo que hemos hecho en Costa de Marfil, por ejemplo», subrayó.

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