Por ALTAGRACIA ORTIZ GOMEZ
Los tatuajes colocados sin control sanitario adecuado, la apertura de hoyos en las orejas y el piercing (tipo de aretes) en el ombligo y diferentes partes del cuerpo han contribuido con el aumento de enfermedades como la hepatitis B y C, advirtió ayer el director del Centro de Gastroenterología, del hospital Luis Eduardo Aybar.
El doctor Miguel Castro Rodríguez, hizo un llamado a los jóvenes a que eviten colocarse tatuajes en manos de personas que no son médicos ni observan normas de higiene.
El especialista en enfermedades de la vía digestiva dijo que otra forma de contaminación la constituyen los aparatos sin esterilizar que utilizan con los pacientes algunos dentistas.
En el país también se han registrado casos de contaminación por transfusiones sanguíneas, en cirugías y relaciones sexuales.
Expresó que el problema de tatuarse, es que los que practican ese tipo de procedimiento ambulatorio no cambian las agujas de una persona a otra.
Se estima que del 0.5 al 0.1 de la población del país está contaminada con hepatitis B, mientras que de hepatitis C, está contagiada el 0.1 a 1.2 por ciento.
En total habría unos 900,000 dominicanos de uno y otro sexo afectados de ambos tipos de una enfermedad que afecta en forma considerable al hígado, considerado un órgano noble.
Tenemos una cantidad sorprendente de pacientes jóvenes con hepatitis B y C, eso lo atribuimos a la moda del tatuaje y a la falta de higiene al practicar esos procedimientos, sostuvo.
En el país se han multiplicado los puestos donde la población más joven se practica los tatuajes en diferentes partes del cuerpo.
Llamó a la comunidad que acude a su cita con el dentista a pedir que se esterilicen los aparatos, pues esa es una vía de contaminación, de una enfermedad que tiene una alta cifra de mortalidad. La circuncisión, dijo, puede contribuir a disminuir las posibilidades de contaminarse con hepatitis.