Representantes del Plan Estratégico Nacional (PEN) para la Prevención y el Control de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), el VIH y el SIDA 2007-2015 advierte sobre lo costoso que será para el país continuar excluyendo del Plan Básico del Seguro Familiar de Salud a las personas que viven con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana.

 La principal herramienta del país para materializar la Respuesta Nacional a la epidemia durante los próximos ocho años asegura, en el primero de sus tres volúmenes, que “no tratar los casos oportunamente” puede resultar “mucho más costoso al país, tanto de forma directa como indirecta”.

 Indican que, aunque el argumento principal detrás de la exclusión del VIH y el SIDA del Plan Básico es el tema del costo del tratamiento, “el acceso universal a la atención integral es la forma concreta de responder a las necesidades y demandas de la sociedad dominicana”.

 La elaboración del tríptico fue coordinada por el Consejo Presidencial del SIDA (COPRESIDA) y es fruto del consenso logrado luego de largas jornadas de trabajo entre más de 400 instituciones gubernamentales, de la sociedad civil y organismos de cooperación internacional.

 Definen el acceso universal a la atención integral de las ITS, el VIH y el SIDA como “la disponibilidad continua de servicios de atención integral para la población, independientemente de la situación legal o de la capacidad de las personas para pagar por ellos”.

 De acuerdo con la estrategia multisectorial, el acceso universal al tratamiento antirretroviral y a otros servicios de salud debe ser garantizado de por vida.

 “La atención integral en materia de VIH se refiere a una combinación de servicios dirigidos a prevenir la transmisión del virus y a aminorar las consecuencias de la infección, la rápida progresión de la enfermedad y el deterioro de las condiciones físicas y emocionales de las Personas que Viven con el VIH y el SIDA (PVVS)”, agrega.

Enfatizaron  que una parte vital de la atención integral es proveer a las PVVS de la atención destinada a mejorar sus condiciones generales y la calidad de vida, y a proporcionar acceso al tratamiento.

 Añadieron que dicha área estratégica debe ser desarrollada con una visión integradora de las personas a las que sirve y con programas y servicios dirigidos a la promoción de la salud, la prevención y el diagnóstico clínico para evitar o limitar el daño.

  Consideran, además, la comunicación social, la promoción de estilos de vida saludables y la prevención de infecciones de transmisión sexual a través de sistemas y redes de servicios integrales de atención, tratamientos, apoyo emocional y consejería en un ambiente seguro y libre de riesgos.

 Entre las instituciones que participaron en la elaboración del PEN 2007-2015 se encuentran la Secretaría de Salud Pública, COPRESIDA, la Dirección General de Control de Infecciones de Transmisión Sexual y SIDA, el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria, el Banco Mundial, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Igualmente, colaboraron la Organización Panamericana de la Salud y la Agencia de Estados Unidos.