Desde ESET, compañía líder en detección proactiva de amenazas, sostienen que la piratería abunda en todas las plataformas, desde los juegos para PC y dispositivos móviles hasta las consolas.
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Los juegos piratas son aquellos que han sido “crackeados” para evadir la gestión de derechos digitales (DRM), una tecnología diseñada para proteger los contenidos con derechos de autor. Al hacerlo, permiten a los usuarios acceder y jugar a los títulos sin pagar a sus desarrolladores o distribuidores. A menudo, los títulos más demandados son objeto de este tratamiento ni bien están disponibles para su compra, aunque hay incluso ejemplos de algunos que consiguen y distribuyen copias gratuitas antes de las fechas de lanzamiento oficiales.
Se calcula que los juegos en dispositivos móviles generaron 180.000 millones de dólares en 2021, más de la mitad (52%) del total mundial, por lo que cabe suponer, que los índices de piratería son relativamente altos aquí.
Las repercusiones de estas prácticas son por ejemplo el malware: Los cibercriminales suelen utilizar el nombre de un videojuego popular y el señuelo de contenido gratuito para atraer a usuarios y engañarlos para que descarguen software infectado con malware. Esto puede suceder a través de publicaciones o mensajes directos en las redes sociales, correos electrónicos de phishing o incluso a través del posicionamiento de sus sitios en los motores de búsqueda o mediante archivos torrent. A menudo, el malware es diseñado para eludir los filtros de seguridad tradicionales o puede exigir al usuario que desactive por completo su software antimalware. También suelen pedir excesivos permisos para ejecutarse. El malware también puede estar oculto en mods, es decir, en archivos adicionales necesarios para seguir jugando.
En junio de 2021 se reveló que más de 3 millones de PC habían sido comprometidas por un troyano en un período de dos años. Propagado principalmente a través de juegos y software pirata, el malware robó más de un millón de direcciones de correo electrónico únicas y 26 millones de credenciales de acceso, entre otra información.
Según ESET, el adware también es otra repercusión de estas prácticas, puede ser una molestia para los usuarios de PC y móviles. Las constantes ventanas emergentes del navegador inundarán a la víctima con videos y publicidad estática, dificultando cada vez más el uso normal del dispositivo/PC. En 2020, 21 apps de videojuegos fueron eliminadas de Google Play por contener adware intrusivo.
“La buena noticia es que no es difícil mantenerse alejado de la mayoría de los estos riesgos. La recomendaciones más obvias son evitar sitios de torrent y comprar siempre los videojuegos en las tiendas oficiales. Esto ayudará a reducir considerablemente el riesgo de infectarse con malware o adware, de una mala experiencia como usuario a la hora de jugar, y de posibles problemas legales”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.