Advierten urbanismo despoja a Moca de sus fértiles tierras

Advierten urbanismo despoja a Moca de sus fértiles tierras

Moca. El crecimiento urbanístico registrado en los últimos diez años en la ciudad de Moca ha tenido como consecuencia negativa que terrenos fértiles con alta vocación y tradición agrícola han sido sacrificados para el levantamiento de nuevas urbanizaciones y lotificaciones, sin planificación, control ni regularización de parte de las autoridades municipales y medioambientales.

El 87% de los suelos del municipio de Moca son de alta calidad productiva, y los mismos en la actualidad están siendo utilizados por comerciantes dedicados al negocio inmobiliario.

Alrededor de cuarenta  urbanizaciones, lotificaciones y proyectos habitacionales han sido edificados en terrenos 1-A, calificados como  de alta calidad productiva, sin la intervención de las autoridades, que tienen que regular  hacia  dónde debe crecer el casco urbano de Moca.

José Collado, presidente de la Asociación para el Desarrollo de la Provincia Espaillat (ADEPE), dijo que si los urbanizadores siguen sembrando de varillas y cemento los principales terrenos fértiles que tiene, Moca y la provincia Espaillat  “se puede asegurar a esta población y todo el país que dentro de muy poco tiempo Moca no tendrá un pedazo de tierra ni para sembrar una mata de plátano o de la tradicional  yuca mocana”.

Aseguró que los dueños de esas urbanizaciones solo se preocupan por lucrarse y ganar dinero, sin pensar el grave daño que hacen en lugares donde se sembraban los principales productos para la alimentación.

Manifestó que miles de familias que vivían de la siembra de alimentos han tenido que dedicarse a otras actividades informales e improductivas como el motoconcho.

Un colapso ambiental.  El regidor del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) Pedro Fernández dijo que Moca  está a punto de un  colapso ambiental, producto de la contaminación de las aguas subterráneas producidas por más de 40 urbanizaciones sin servicios de plantas de tratamiento de aguas residuales.

Señaló que otras aéreas suburbanas, más de 300 tareas  en La Ermita, de Moca, están siendo desmontadas, o sea, cortando todos los árboles,  sin aprobación del  Ayuntamiento Municipal, para una nueva urbanización.

Dueños de terrenos.   Para  los  dueños cultivar la tierra hoy en día no representa rentabilidad por varias razones, entre las que se destacan:  falta de mano de  obra, política oficial que beneficie al sector productivo  y la alegada falta de  mercado para  la  colocación de las cosechas, lo que  toman como pretexto para abrirle trochas a grandes porciones de terrenos  y  urbanizarlas, pero sin cumplir con las disposiciones que establecen las leyes.

Algunos entienden que si la  situación no se detiene en el futuro el país  se  verá  obligado a importar  los  principales  rubros  agrícolas, como  yuca, plátanos, batata y otros, debido a que no habrá  tierras fértiles  para producir, ya que en Moca se cosecha el 27 por ciento de la producción nacional de plátanos, yuca y otros cultivos.

De estas acciones ilegales también se  benefician instituciones financieras locales, que hacen grandes  inversiones a través de terceros.   

Consecuencia de esta  práctica, Moca crece de  forma anormal, lo  que  también se convierte  en un grave problema para el futuro. 

Los empresarios  que se dedican a hacer  grandes negocios  con   las  ventas de  tierras  por  solares, muchas veces primero hacen la  venta  por metros  y  luego buscan la documentación que exige  la ley,  situación que aprovechan los regidores del municipio de Moca para sacar grandes beneficios, los  que reciben con solares  a  nombres de otras personas.   

Ante esta  situación, instituciones como el Plan Estratégico  para el Desarrollo, la Asociación para  el Desarrollo de la Provincia Espaillat (ADEPE), los  legisladores, la Cámara de Comercio y la  Asociación de Productores Agrícolas de  la  provincia (PASA) se observan de espaldas a esta  realidad que pone el peligro la producción de alimentos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas