Siempre es oportuno recordar y, sobre todo, aceptar y vivir las recomendaciones de Jesús. Él, que siendo Dios se hizo hombre a través de María Santísima, vino a mostrarnos el camino. Nos dio en el umbral de su muerte la más sabia orientación: acercarnos a la Madre María, aceptarla, acogerla y amarla.
Estamos en el mes de julio, cuando la Iglesia católica celebra la fiesta de Nuestra Señora del Carmen, patrona de los navegantes y dadora del gran regalo del escapulario para hacer precisos. Su fiesta es el día 16 de julio y nuestra patria nació bajo su amparo ese mismo día en que los trinitarios hicieron su juramento patriótico, justo enfrente de la iglesia que lleva su nombre en la ciudad colonial. Ese mismo día (16) y si me leen antes de esa fecha, volviendo al sacramental del escapulario, signo visible de los que se acogen bajo su amparo, es el día ideal para que un sacerdote carmelita se lo imponga (solo una vez en la vida). Desde la ciudad donde les escribo, Santo Domingo, les aseguro que en la parroquia San Judas Tadeo del Ensanche Naco, en la misa de la tarde, no solamente se lo imponen, sino que también lo regalan ese día durante la misa.
Al momento de escribir este artículo, no puedo dejar de mencionar a la Virgen de Guadalupe. En este mismo mes, tuve una gran fascinación ante esta devoción al poder conocerla aún mejor viendo la película documental que se exhibe en Caribbean Cinema todavía en las salas de Novocentro, donde no solamente se cuenta la historia de cómo se le apareció al indio Juan Diego, sino también cómo esta devoción se ha esparcido por todo el mundo, contando tantos testimonios de las gracias recibidas a través de la intercesión de la madre.
Insisto encarecidamente en que la vean (fui 2 veces). Es que esta película está llena de historia, espiritualidad y testimonios. Búsquenla en los cines de Caribbean Cinema, la película está titulada «Guadalupe, Madre de la Humanidad», y me confirmaron que seguirá en Novocentro en el siguiente horario: Lunes a viernes a las (7:00pm y a las 9:25pm), sábados y domingo a las 4:00pm, 7:00pm y 9:25pm, para toda la familia.
Ojalá puedan disfrutar de este tan bello homenaje a la patrona de América y muy venerada mucho más allá de sus fronteras. Prometo que cerca de su fiesta abundaré aún más sobre esta devoción.
En este último tramo de este espacio unas líneas sobre la Virgen de Medugorje Advocacion de María Reina de la Paz, ya que recientemente se celebró el 43 aniversario de su primera aparición el 24 de junio.
Aunque todavía no es oficial, por razones entendibles, debido a que todavía se sigue apareciendo a las videntes, quiero mencionar que son innumerables las conversiones que se han dado, no solamente a los peregrinos que han podido ir a ese lugar santo, sino también a quienes han recibido el mensaje y lo han puesto en práctica. Quién les escribe es una de esas almas y doy testimonio de que hace más de tres décadas, en una ocasión donde me encontraba en la librería de la Casa del Anunciación, me encontré con un librito de sus mensajes. Al abrir la página al azar, sus palabras sobre la Eucaristía me impactaron profundamente, donde decía que es la oración por excelencia y animaba a acudir con las debidas disposiciones a recibirla. Les confieso que hubo una confirmación en mi interior de que ese mensaje venía de lo alto y, desde entonces, gracias a la misericordia divina, asisto frecuentemente a ese banquete del cielo que me alimenta espiritualmente y me sostiene en el día a día en este tránsito hacia el cielo.
En otras palabras, no tuve que ir hasta allá para recibir la gracia inmensa de escuchar la voz maternal que procura atraer las almas hacia su hijo.
Sería muy injusto con mi tierra (República Dominicana) no mencionar las advocaciones que nos acompañan, primero nuestra patrona, la Nuestra Señora de Las Mercedes, y que bajo esta advocación se especializa en romper nuestras cadenas. Desde el centro de la isla, el corazón de La Vega, su lindo templo es acompañado por la Divina Cruz, que se ve desde lejos en el Santo Cerro, donde Cristóbal Colón, quien descubrió América, quedó admirado por la belleza natural de este valle. Sin embargo, el amor filial del dominicano se expande aún más y al extremo este de nuestro país surgió un amor desbordante hacia la Madre dominicanizándose con sus colores. Ella, Nuestra Señora de la Altagracia, que la proclamamos como nuestra protectora desde 1922, se ha convertido en nuestra mejor Embajadora. Sí, Ella, Tatica, a través del movimiento que surgió en el año centenario de su coronación nos invita a consagrarnos a ella (sigan sus redes sociales @unidosporlaaltagracia), pero sobre todo, y hablando de María Santísima, ¡Aprovechemos su cercanía!