Aécio Neves, el candidato marginado de la “fiesta” presidencial brasileña

Aécio Neves, el candidato marginado de la “fiesta” presidencial brasileña

Río de Janeiro. El candidato socialdemócrata a la Presidencia de Brasil, Aécio Neves, estigmatizado por una parte del electorado por su supuesta afición a la “buena vida”, se ha convertido en el tercero en discordia en la disputa presidencial tras la abrupta aparición de la socialista Marina Silva.

Las aspiraciones de Neves, un economista de 54 años casado en segundas nupcias con la modelo brasileña Letícia Weber, comenzaron a torcerse el pasado 13 de agosto con la muerte en un accidente aéreo del candidato del Partido Socialista Brasileño (PSB), Eduardo Campos, cuando la campaña electoral no había hecho más que empezar.

Hasta ese momento, el aspirante por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) era el segundo en los sondeos para los comicios del próximo 5 de octubre, con un 20% de intención de voto (Eduardo Campos tenía un 9 %), aparecía con posibilidades de llegar a una segunda vuelta y era considerado como la principal amenaza para la reelección de la presidenta brasileña, Dilma Roussef.

Las riendas del PSB fueron asumidas por la ecologista Marina Silva y buena parte del electorado, principalmente el que rechaza al oficialista Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff, vio en ella la “renovación” que desean en el país.

La candidatura de Neves, el senador al que los socialdemócratas consideraban predestinado a la Presidencia, se desinfló rápidamente y el que era principal aspirante por la oposición cayó al tercer lugar en los torneos, siempre con menos del 20 % de la intención de voto.

A pesar de que el líder opositor está recuperando parte del terreno perdido, a pocos días para las elecciones los sondeos indican como muy difícil que el abanderado del PSDB pueda disputar la, casi segura, segunda vuelta del próximo 26 de octubre.

El candidato socialdemócrata defiende el legado del Gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-1998 y 1999-2002), tildado de “neoliberal” por el PT pero que fue quien estabilizó la economía e inició los programas sociales ampliados luego por Luiz Inácio Lula da Silva, antecesor y mentor político de Rousseff.

El tercero en discordia en la carrera presidencial brasileña es hijo de Aecio da Cunha, que fue diputado brasileño entre 1963 y 1987, y nieto de Tancredo Neves, quien en 1985 fue el primer presidente civil electo en Brasil tras 21 años de dictadura militar y que murió antes de asumir el mandato.

Su árbol genealógico lo vincula a la “vieja política”, término acuñado por Marina Silva para diferenciarse de sus dos principales contrincantes y que ha provocado una fuga de votantes del socialdemócrata hacia la candidatura de la líder ecologista.

En 1986 Neves asumió el primero de sus cuatro mandatos consecutivos como legislador en la Cámara de los Diputados.

En 2001 presidió la Cámara Baja y fue en ese largo período en que se forjó su fama de mujeriego y amante de la juerga.

Neves lo ha negado enfáticamente y ha atribuido esos rumores al “submundo de la bajeza política”, que “quiere huir del debate sobre el futuro del país».

Ha admitido sí, que alguna vez fumó marihuana. “Como todos, tuve 18 años y la probé, pero paré por ahí”, declaró Neves, quien agregó que, tras esa experiencia, no se lo recomienda “a nadie». A pesar de todo, en 2002 se convirtió en gobernador de Minas Gerais, su estado natal y segundo colegio electoral del país por detrás de Sao Paulo, con cerca del 60 % de los votos y en 2006 fue reelegido con un apoyo del 77 % del electorado.

En 2010 obtuvo un escaño en el Senado, mandato que todavía ostenta, gracias a los 7,5 millones de papeletas con su nombre que los votantes depositaron en las urnas.

Neves mostró una sólida imagen en Minas Gerais mientras fue gobernador y este estado del sudeste brasileño constituye su principal fortín. Pero en este período también fue protagonista de varias polémicas por sus constantes viajes a Río de Janeiro, en donde a menudo era visto en fiestas o en la playa, siempre con atractivas mujeres.

En la época decía no estar interesado en la Presidencia, pese a que siempre figuró entre los “presidenciables” del PSDB y trabajó en bastidores para garantizarse un amplio apoyo de sus correligionarios, pero todo cambió en 2013 cuando, además de haber renunciado a la soltería por segunda vez y constituido una familia estable, confirmó oficialmente el deseo de asumir el cargo para el que su abuelo fue elegido pero que nunca llegó a ejercer.

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