Aeropuerto de Herrera: al echarse la paloma

Aeropuerto de Herrera: al echarse la paloma

Uno de los problemas más espinosos que durante los cuatro años de su mandato tuvo que enfrentar el gobierno de Hipólito Mejía, ha sido el traspaso del aeropuerto de Herrera, que inició sus operaciones como un campo de aterrizaje doméstico y con el tiempo se convirtió, en internacional, con la secuela de inmigración, aduanas, etc.

Al finalizarse los trabajos de la construcción de la autopista Duarte, el gobierno de Leonel Fernández, destinó, sin valorar en su justa medida las consecuencias de esa acción, el sesenta por ciento de los terrenos que ocupa el aeropuerto de Herrera para darlo en dación de pago a los contratistas de la autopista Duarte. En ese entonces, la suma otorgada según avalúo del inmueble y sus mejoras, era de alrededor de mil millones de pesos. Concomitantemente, el presidente Fernández ordenó la ejecución del aeropuerto La Isabela, en la comunidad de El Higüero en el Distrito Nacional, para reemplazar el de Herrera.

Los problemas comenzaron, cuando las autoridades de la Aviación Civil indicaron, que de construirse la obra en esa localidad, el vertedero de Duquesa, en las proximidades, debería ser eliminado ya que las aves carroñeras que revolotean en el mismo, constituyen un grave peligro si son aspiradas dentro de una turbina de una aeronave en el momento que aterrice o que despegue. Se hizo caso omiso a esta importante advertencia y ahora las autoridades de la organización internacional de la aviación civil (OACI), no otorgan el certificado que le permita operar con garantía y seguridad este elefante blanco.

Si bien es cierto que los terrenos en donde se encuentra ubicado el aeropuerto de Herrera pertenece al Estado Dominicano, no es menos cierto, que la cuantiosa inversión realizada por el sector privado en hangares, talleres de reparación, edificios para oficinas, etc., no es nada desdeñable. Construir todas esas facilidades en otro aeropuerto, o pagar una tasa aeroportuaria en el aeropuerto de Las Américas, sería la ruina para las compañías que operan vuelos internacionales cortos (Haití, Puerto Rico, Jamaica y otras islas caribeñas). Pagar una alta tarifa por el uso de las facilidades en el aeropuerto de Las Américas a su concesionario: Aeropuertos Dominicanos (AERODOM), es condenar a las aerolíneas que operan en Herrera, a su desaparición, acción que encontramos sumamente injusta por los años de arduas y riesgosas labores que han desarrollado estos pujantes empresarios.

El gobierno del presidente Hipólito Mejía acaba de evacuar el Decreto No. 566 04 de fecha 23 de junio en el cual se ordena el traslado de todas las operaciones internacionales de Herrera a Las Américas, los vuelos domésticos podrían ser operados desde el aeropuerto de la Base Aérea de San Isidro, convertido en doble propósito (militar y civil) y ubica el comando aéreo de San Isidro en el aeropuerto de El Higüero. Asimismo, otorga un plazo de quince días para suspender definitivamente las operaciones del aeropuerto de Herrera, tras desmantelar la torre de control y el radar.

De su parte, los ingenieros contratistas de la autopista Duarte reclaman una indemnización por el tiempo transcurrido en traspasarles formalmente los terrenos prometidos. A tal efecto, han constituido una inmobiliaria denominada Grand Realty, S. A. que reclama, por los seis años transcurridos desde aquel acuerdo, unos ocho mil millones de pesos en daños e intereses, ya que han tenido que disponer por compromisos contraídos, de equipos y bienes embargados para hacer frente a sus obligaciones contractuales.

Entendemos, que este problema, originado inicialmente en el gobierno del presidente electo doctor Fernández, debió ser aplazado para que sea él quien tomase una decisión tan drástica para los operadores de Herrera. Si las cosas pintan como se han manifestado los que se piensan desalojar, la aviación civil, especialmente la doméstica, va a sufrir un revés definitivo y será muy difícil volver a restaurarla. La confianza y sobre todo la cercanía de Herrera, es fundamental para consolidarse.

Las partes deben avenirse a un entendimiento. Tal vez sería más acertado, que el Estado Dominicano se aboque a pagar en efectivo, por supuesto, con una suma no tan exorbitante como pretende Grand Realty y mantenga el aeropuerto de Herrera que de seguro le dará más ingresos que los que obtendrá por edificaciones en el aeropuerto. Evitar una tragedia, sea humana o económica es una obligación del Estado Dominicano. Al echarse la paloma, amigo Hipólito, no te eches esa vaina.

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