NUEVA YORK,  (AFP) – Los aeropuertos de Estados Unidos extremaron sus medidas de seguridad este jueves después de que las autoridades británicas anunciaran haber desbaratado un complot para hacer estallar aviones con destino a ese país.

Los vuelos comerciales procedentes de Gran Bretaña fueron puestos bajo máxima alerta y algunos estados, como Massachusetts (noreste) y California (sudoeste), despacharon a la Guardia Nacional a reforzar la seguridad aeroportuaria.

Aunque la mayoría de vuelos con destino a las islas británicas tenían previsto partir, las nuevas medidas de seguridad -prohibido entrar líquidos en el avión, salvo leche infantil y medicinas- más la vigilancia redoblada con respecto a las habituales, provocaron colas y retrasos.

El aeropuerto de Atlanta (sureste), el más transitado de Estados Unidos, volvía a la normalidad tras una mañana caótica. El jueves por la tarde, las filas para pasar por los controles de seguridad habían disminuido y la espera promedio era de 10 minutos, según autoridades aeroportuarias.

En el aeropuerto de Miami sólo estaban previstos cuatro vuelos desde y hacia Londres -tres llegadas y una salida-, y American Airlines mantenía sin retrasos un vuelo que debe partir a Heathrow (Londres) el jueves por la noche, y retrasó una salida de ese aeropuerto. British Airways canceló un vuelo y retrasó otro a Miami.

En los aeropuertos neoyorquinos de LaGuardia y Kennedy “hay seguridad reforzada”, dijo el gobernador George Pataki, advirtiendo que había que “esperar retrasos y algunas suspensiones” de vuelos.

Pataki pidió a los viajeros que “hagan su equipaje en consonancia” con la situación “para facilitar el registro”.

El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, anunció el despliegue de soldados de la Guardia Nacional y de más policías en los aeropuertos de su Estado.

“Anoche, tarde, mi Departamento de Seguridad Interior me informó del complot terrorista contra Estados Unidos y Gran Bretaña. Tomé medidas inmediatas para mejorar la seguridad en los aeropuertos de California y proteger a los habitantes de este Estado”, indicó Schwarzenegger en un comunicado.

“Ordené desplegar los medios de seguridad en los lugares donde sea prioritario para responder a esta amenaza -lo cual incluye perros detectores de explosivos, Guardia Nacional y la policía del Estado-, en cooperación con las fuerzas del orden local y federal”, agregó el gobernador.

Su par de Massachusetts, Mitt Romney, también despachó a la Guardia Nacional al aeropuerto Logan de Boston, del que salieron algunos de los aviones que protagonizaron los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Además, Romney instauró un segundo punto de inspección de seguridad en cada puerta.

Tras la detención de 21 sospechosos, las autoridades británicas indicaron el jueves que habían desmantelado un complot terrorista en fase avanzada que apuntaba a “derribar varios aviones en vuelo, provocando la pérdida de un número considerable de vidas”.

Según una fuente de inteligencia estadounidense, tres compañías aéreas norteamericanas (United, American Airlines y Continental Airlines) eran blanco de los terroristas, aunque aerolíneas no estadounidenses también podrían figurar entre sus objetivos.

Los destinos de los vuelos elegidos por los terroristas eran Nueva York, Washington, Los Angeles, Boston y Chicago, precisó el funcionario, que pidió el anonimato.