Nueva York. EFE. La actividad de los aeropuertos que dan servicio a Nueva York prácticamente han recuperado ya su ritmo habitual, después de la fuerte nevada que los obligó a cerrar durante 24 horas y a dejar a miles de pasajeros pendientes de ser reubicados en unos días en que los aviones suelen ir repletos.
Mientras, el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, dijo ayer que analizará por qué la respuesta a la nevada del pasado fin de semana, la sexta más fuerte jamás caída en esta ciudad, fue absolutamente deficiente, e investigará si alguien dio orden a los operarios de retrasar a propósito las tareas de limpieza.
Todas las pistas de los aeropuertos de JFK, Newark y La Guardia están ya funcionando con regularidad y a pleno rendimiento, confirmó hoy un portavoz de la Autoridad Portuaria de Nueva York y Nueva Jersey, encargada de la gestión de esos aeródromos.