Aertemas. Hermetismo

Aertemas. Hermetismo

HERMETISMO

Sigue siendo un velo de misterio, la desaparición de un avión de matrícula americana que salió hace cinco días del aeropuerto de Las Américas con un plan de vuelo hacia Punta Cana, lugar a donde la aeronave nunca llegó, pero nadie quiere asumir responsabilidad y decir qué pasó.

Con el silencio que mantienen las autoridades nacionales ligadas a la seguridad aeroportuaria y al transporte aéreo de pasajeros, muchas personas se preguntan si fue la tierra que se tragó el avión de matrícula norteamericana la noche del miércoles cuando salió del país con rumbo desconocido.

EJEMPLAR

La sentencia emanada de un tribunal de la provincia La Altagracia de condenar a quince años de prisión a un individuo que se dedicaba a traficar con seres humanos hacia Puerto Rico, debe servir de ejemplo a otros delincuentes para que descontinúen esa criminal práctica.

Pero también hay que decir que un apoyo judicial como lo fue esa histórica sentencia, motiva a la Armada Dominicana, bajo las directrices del vicealmirante Edmundo E. Félix Pimentel, a no desmayar ni un instante en enfrentar esa acción criminal, como lo es el trasiego de ilegales a Puerto Rico.

PONGAN ATENCIÓN

Mientras los agentes de la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet) que ofrecen servicios en el aeropuerto de Las Américas ponen más empeño en remolcar vehículos supuestamente mal estacionados y obligar a sus dueños a pagar una multa de 750 pesos, mozalbetes que laboran en compañías de alquiler de automóviles manejan sin control, ante la indiferencia de ellos.

Y es que los agentes de Amet, en lugar de enfrentar a esos irresponsables mozalbetes y a los propios dueños de las compañías renta-autos para evitar accidentes, lo que están es protegiendo a unos grueros, que nadie sabe de donde diablo salieron, llenándose los bolsillos de dinero con la aplicación de multas a dueños de vehículos.

ASCENSOR

Resulta lamentable que el único ascensor que tienen los pasajeros para subir su equipaje al segundo y tercer nivel, así como para el uso de los empleados de distintas dependencias, dure más tiempo dañado que bien.

Hay que atribuir la situación, en cierto modo, a la gran cantidad de cargas que dueños de negocios, especialmente restaurantes y cafeterías, suben y bajan en el ascensor.

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