La desesperación se apodera de 17 familias que hace dos semanas quedaron en la calle luego   que un incendio      destruyera sus viviendas en Villa Francisca en la madrugada del día 8 de este mes.

Los damnificados señalan que a pesar de las visitas de ingenieros del Instituto Nacional de la Vivienda (INVI)  al lugar a medir y tomar datos  de los afectados por la tragedia en la calle Caracas esquina Juana Saltitopa, están desesperados porque duermen en el suelo en el local del Sindicato de Trabajadores Portuarios de Arrimo (Poasi).

Escombros.  Todavía ayer, camiones del Ayuntamiento del Distrito Nacional recogían escombros en el lugar del desastre, que no fue peor por la rápida intervención de los bomberos del Distrito Nacional.

Alicia Cuevas, una de las damnificadas por el siniestro, informó que la visita más reciente de los ingenieros del INVI se produjo el pasado martes, y estos se comprometieron a construir las casas destruidas por el incendio.

Aunque están desesperados, sostuvo, confían en que el Gobierno  no los desamparará, sobre todo porque tienen la información de  que la primera dama,  Margarita Cedeño, está interesada en el caso.

Agradecidos.  Agradecen que el Ministerio de Interior y Policía envíe cada día la comida, por lo que solamente tienen que arreglársela para conseguir el desayuno y la cena.

Faltan a escuela.  Aunque la mayoría de los niños ya asisten a la escuela, gracias a la solidaridad de algunas autoridades y personas, otros que no habían sido inscritos no tienen acceso a clase debido a que el fuego consumió todos los documentos.

Para que la mayoría de los infantes pudieran asistir a clases hubo que proporcionarles uniformes y útiles escolares, debido a que el fuego convirtió todo en cenizas y salvaron sus vidas de milagro.

Del local del antiguo Poasi, los damnificados son conminados a salir lo antes posible, ya que sus propietarios utilizan el lugar para otras actividades que no  pueden realizar ahora debido a la ocupación.