La Unidad para la Readecuación de Barrios y Entornos (Urbe) reanudó ayer los desalojos de familias debajo del puente Francisco del Rosario Sánchez (de la 17) con el rechazo de la mayoría de los afectados por la cantidad de dinero que ofrece esa entidad, que no alcanza para obtener un techo en un lugar más digno. Una brigada de URBE acompañada de militares y policías se presentó en las primeras horas acompañados de varios camiones para de inmediato iniciar el traslado de los desalojados a los lugares donde estos decidan.
Luis Reyes, propietario de la ferretería Los Hermanos, próximo a la cabeza oeste del puente Sánchez, considera arbitrario y forzoso el desalojo, ya que la indemnización que ofrece el Gobierno no alcanza siquiera para comprar una casucha próximo a la margen del río Ozama.
Deplora que por su ferretería Urbe apenas ofrezca 701 mil pesos cuando estima en 10 millones el precio del establecimiento.
Informó que la misma cantidad de dinero ofrece por la vivienda de su madre, que cuenta con dos niveles y un establecimiento comercial.
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De su lado, Manuel Noboa, quien habita en la 306, debajo del puente, señala que cuenta con un negocio en una casa rentada por la que el organismo ofrece 500 mil pesos.
Penoso, desgarrador
Marilyn Bello, ya adulta mayor y con su marido Bienvenido Montilla discapacitado, apenas recibirá 260 mil pesos por su casa, por lo que no podrá vivir siquiera en la margen del río Ozama.
Por el momento, dijo, tendrán que arrimarse en casa de una hija, próximo a la nueva avenida del río. Indica que la mayoría de los desalojados opta por mudarse a la margen oriental del Ozama, debido a que las autoridades no les dejan otra alternativa.
Reyita Encarnación, narra que lleva más de 40 años residiendo en el lugar, pero que por su vivienda apenas recibirá 550 mil pesos, que no le alcanzan para comprar otra en ningún lugar.