Salimos al ruedo un día como hoy de 1981, en momentos en que la política de Estado afianzaba  el ejercicio pleno de  la libertad  de expresar las ideas. Eran tiempos en los que, por las condiciones particulares del mercado,  parecía descabellado invertir en un medio de comunicación inspirado en la filosofía de decirle al pueblo las cosas sin aderezos y mucho menos temor. Al llegar a estos 32 años de existencia podemos decir que la filosofía que inspiró la fundación de este matutino ha sido  coronada por un  éxito que medimos no solamente desde la óptica comercial, que es consustancial a toda inversión de capital, sino fundamentalmente en términos del valor incalculable de la aceptación de una porción considerable del universo de lectores y anunciantes.

Para nosotros, estos  32 años representan un desafío que afrontamos con orgullo, pues la aceptación de ustedes nos convoca a continuar sirviéndoles en base a los mismos principios que nos han mantenido en su preferencia durante este tiempo. Nos inspira a esforzarnos más por llegar hasta los hechos y transmitirlos tal cual, a continuar exponiendo con firmeza y responsabilidad nuestra opinión editorial y hacer de la pluralidad una de nuestras más preciadas características. Estar entre ustedes cada mañana es una distinción que compromete a mantener la verticalidad y la vocación de alcanzar la excelencia. Asumimos el reto de ser cada vez mejores.

A MEJORAR EL CONTROL FRONTERIZO

El Gobierno de Haití ha prohibido el ingreso de determinados productos dominicanos y con ello, aunque en base a argumentos difíciles de justificar, ha ejercido un derecho de soberanía. Esa misma condición -derecho de soberanía- asiste al Gobierno dominicano para adoptar medidas para mejorar los controles sobre la frontera que nos separa del Estado haitiano. No podemos temer a adoptar decisiones con esos propósitos pensando en que podría molestar al Gobierno del país vecino.

Nosotros exhortamos a las autoridades de Migración a hacer cumplir de manera inflexible su propósito de solo permitir el ingreso a nuestro territorio a aquellos ciudadanos haitianos debidamente provistos de una documentación emitida por las autoridades que correspondan. Es un ejercicio de soberanía ante un problema migratorio grave al que las autoridades haitianas no quieren buscarle solución.