Las escuelas secundarias iniciaron su reapertura este sábado en Afganistán sin niñas ni profesoras.
El Talibán ordenó en un comunicado que solo los niños regresen a las aulas, excluyendo a todas las niñas y a las mujeres que ejercen como maestras en el país.
Además, el viernes fue clausurado el Ministerio para Asuntos de la Mujer, encargado de velar por los derechos de las mujeres afganas desde 2001.
Fue reemplazado por el Ministerio para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, un organismo para hacer cumplir estrictas doctrinas religiosas.
Es el mismo departamento que entre 1996 y 2001 desplegó la llamada «policía de la moralidad» en las calles para hacer cumplir la estricta interpretación de los talibanes de la ley religiosa islámica, conocida como sharía.
Estas normativas son señales de que Afganistán está regresando al severo régimen talibán de la década de 1990, pese a las promesas de los nuevos mandatarios de ejercer un gobierno más inclusivo.
«Estoy muy preocupada por mi futuro»
El comunicado emitido el viernes, ante la reapertura de las escuelas afganas este sábado, decía lo siguiente: «Todos los profesores y estudiantes varones deben asistir a sus instituciones educativas».
Las escuelas secundarias suelen ser para estudiantes de entre 13 y 18 años. La mayoría de ellas están segregadas en Afganistán, lo que facilitaría a los talibanes el cierre de escuelas para niñas.
Algunas alumnas y sus padres dicen que las perspectivas para el futuro son sombrías.
«Estoy muy preocupada por mi futuro», le dijo a la BBC una estudiante afgana, que soñaba con ser abogada.
«Todo se ve muy oscuro. Todos los días me despierto y me pregunto: ¿Por qué estoy viva? ¿Debería quedarme en casa y esperar a que alguien toque a la puerta y me pida que me case con él? ¿Es este el propósito de ser mujer?«
Su padre dijo: «Mi mamá era analfabeta y mi papá la intimidaba constantemente y la llamaba idiota. No quiero que mi hija se vuelva como mi madre».
Otra colegiala, una joven de 16 años de Kabul, dijo que fue un «día triste».
«¡Quería ser médica! Y ese sueño se ha desvanecido. No creo que nos dejen volver a la escuela. Incluso si abren las escuelas secundarias nuevamente, no quieren que las mujeres se eduquen».
A principios de esta semana, los talibanes anunciaron que a las mujeres se les permitiría estudiar en las universidades, pero no podrían hacerlo junto con los hombres y enfrentarían un nuevo código de vestimenta.
Algunos sugirieron que las nuevas reglas excluyen a las mujeres de la educación universitaria porque las universidades no tienen los recursos suficientes para proporcionar clases separadas para hombres y mujeres.
«Un retroceso»
Desde que el Talibán fue destituido en 2001, se han logrado enormes avances en la mejora de las tasas de escolarización y alfabetización de Afganistán, especialmente para las niñas y las mujeres.
El número de niñas en las escuelas primarias aumentó de casi cero a 2,5 millones, mientras que la tasa de alfabetización femenina casi se duplicó en una década al 30%. No obstante, muchos de los avances se lograron solo en las ciudades.
«Este es un retroceso en la educación de las mujeres y niñas afganas», dijo Nororya Nizhat, exvocera del Ministerio de Educación de Afganistán.
«Esto recuerda a todo el mundo lo que hicieron los talibanes en los años 90. Terminamos teniendo una generación de mujeres analfabetas y sin educación».
Poco después de tomar el poder, los talibanes dijeron que los derechos de las mujeres en Afganistán serían respetados «dentro del marco de la ley islámica».