Afganistán
Siete muertos en protestas antiestadounidenses por profanación del Corán

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Por Farhad Peikar
Kabul, 12 may (EFE).- Las protestas violentas contra Estados Unidos se han extendido a al menos seis provincias de Afganistán y han causado en los últimos dos días la muerte de siete personas y heridas a más de setenta.

Los disturbios se iniciaron el pasado martes en la ciudad de Jalababad, en la provincia oriental de Nengarhar, cuando miles de universitarios salieron a la calle a protestar contra EEUU por la supuesta profanación del sagrado libro del Corán en la base norteamericana de Guantánamo, en Cuba.

Al menos tres personas resultaron muertas hoy y varias heridas en las manifestaciones registradas en la localidad de Khagyani, en esa misma provincia, según informó hoy a EFE el portavoz del Gobierno provincial, Faizanul Haq.

«Las manifestaciones contra Estados Unidos continúan en la región», agregó Haq, quien indicó que el gobernador se ha reunido con los ancianos líderes tribales y espera que la situación esté pronto bajo control.

Los incidentes tienen lugar días después de que se publicase que los responsables de la base de Guantánamo dejaron copias del Corán en los baños para molestar a los prisioneros musulmanes y, al menos en una ocasión, tiraron una copia del libro por el retrete.

En Kabul, las protestas se iniciaron hoy, aunque fueron pacíficas, y en ellas cientos de estudiantes quemaron frente a la Universidad una bandera de EEUU y gritaron eslóganes como «Muerte a América» y «Muerte a Bush».

Líderes estudiantiles criticaron el apoyo del Gobierno afgano a Estados Unidos y pidieron que no se instalen bases militares estadounidenses en el país.

Varias manifestaciones contra EEUU se produjeron hoy en al menos otras cinco de las 34 provincias de Afganistán, todas ellas fronterizas con la capital, y han sido especialmente violentas en Jalalabad.

En esa localidad, militares y fuerzas policiales antidisturbios dispararon ayer contra los manifestantes después de que estos prendiesen fuego a oficinas de Naciones Unidas, el Comité Sueco, la sede del Gobierno provincial, la televisión y radio local y multitud de tiendas, ONG y edificios públicos.

El portavoz del Ministerio de Interior afgano, Luftullah Mashal, dijo a EFE que el Gobierno afgano ha enviado policías antidisturbios a la zona y una comisión para investigar los hechos, en los que cuatro personas fallecieron el miércoles y hubo decenas de heridos.

Las Naciones Unidas y varias organizaciones no gubernamentales que trabajan Jalalabad en proyectos de reconstrucción del país han evacuado a sus trabajadores extranjeros y han suspendido algunas de sus actividades.

El representante especial del Secretario General de Naciones Unidas en Afganistán, Jean Arnault, condenó hoy con firmeza los sucesos de Jalalabad y los «ataques brutales» perpetrados contra las oficinas de la ONU y otros organismos.

Arnault aseguró que «estos ataques no acabarán con el compromiso de la ONU de ayudar al Gobierno y el pueblo afganos en la reconstrucción de su país, ni interrumpirán los preparativos para las elecciones parlamentarias y provinciales».

La oficina de la Comisión Electoral para el registro de candidatos para los próximos comicios legislativos afganos, que se celebrarán en septiembre, también han suspendido su actividad en la ciudad de Jalalabad.

Las manifestaciones contra EEUU empezaron el martes pacíficamente en Jalalabad y en los últimos dos días han ido adquiriendo virulencia.

En el distrito de Logar, unos 20 kilómetros al sur de la capital, cientos de personas se manifestaron esta mañana y atacaron con piedras las oficinas de las autoridades locales y de las organizaciones no gubernamentales «International Rescue Committee» y «Care International», en la que un empleado resultó levemente herido.

Está previsto que el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, viaje a finales de este mes a Estados Unidos para discutir con su homólogo, George W. Bush, el posible establecimiento de una alianza estratégica a largo plazo en materias de Economía y Defensa entre los dos países. EFE

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