Afirma desigualdad estimula crisis AL

Afirma desigualdad estimula crisis AL

MEXICO (AP).- La desigualdad en América Latina es una «dolorosa»» realidad que puede reflejarse en sociedades con ciudadanos insatisfechos con el orden social y traducirse en inestabilidad y crisis de gobernabilidad, advirtió el lunes un representante de la ONU.

«La desigualdad es uno de los más graves problemas de la región, si no el más grave»», dijo el coordinador residente del sistema de Naciones Unidas en México, Thierry Lemaresquier, al iniciar un foro sobre desigualdad en América Latina.

Lemaresquier refirió que en las últimas tres décadas la desigualdad en Latinoamérica ha sido la más alta de otras regiones, sólo por arriba del Africa Subsahariana.

Añadió que actualmente se estima que el 10% más ricos de la población en la región percibe 30 veces el ingreso del 10% más pobre.

En el foro, la legisladora mexicana Leticia Burgos, presidenta de la Comisión de Desarrollo Social del Senado, consideró que una de las causas de la desigualdad ha sido el fracaso del modelo económico de las últimas décadas.

Dijo que los países latinoamericanos han sido incapaces de tener un crecimiento sostenido y refirió que, por ejemplo, en la década de 1970 el crecimiento promedio de la región fue de 5,9%; de 1,2% en 1980, y entre 1990 y 2001 apenas del 3%.

Burgos refirió que en América Latina el 16% vive con un dólar al día, mientras que en Medio Oriente y el Norte de Africa es 7% y en Europa oriental y Asia Central de 5%.

Ese porcentaje significa, dijo, que de 540 millones de habitantes en América Latina, «86 millones no satisfacen sus necesidades mínimas de alimentación»».

Lemaresquier dijo que la consecuencia de los niveles de desigualdad «es tener sociedades con ciudadanos incompletos, insatisfechos con el orden social en que viven, con escasos incentivos para cooperar con los demás al no ver satisfechas sus necesidades básicas»».

Añadió que ese problema, junto con los elevados niveles de pobreza y la exclusión social podría traducirse en inestabilidad, falta de confianza en el régimen político, acciones radicales y crisis de gobernabilidad.

«La persistencia de la desigualdad y otros problemas mencionados (pobreza, desempleo) afecta de manera negativa el potencial de los ciudadanos para desarrollar sus capacidades básicas»», dijo Lemaresquier.

Los asistentes coincidieron en que es necesario pasar del discurso político al desarrollo de políticas públicas que se traduzcan en la reducción de la desigualdad en la región.

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