Afirma empresas de agregado operan con una nueva visión

Afirma empresas de agregado operan con una nueva visión

Desde que las autoridades medioambientales prohibieron hace más de 10 años, las extracciones de agregados en los cauces activos de los ríos afectados por la masiva explotación de sus recursos áridos, varias empresas granceras que operan bajo las normas de la ley 64-00 y resoluciones oficiales de medioambiente adoptaron tecnología de punta para sus operaciones y trasladaron sus operaciones a terrenos privados.

Teófilo Hernández, director ejecutivo de la Asociación de Productores de Agregado, manifestó que en la actualidad, en el empresariado minero productor de los agregados existe una nueva visión y responsabilidad compartida con las autoridades que le obliga a  establecer y respetar normas ambientales que hagan sostenible sus actividades empresarial.

De esa manera las empresas atendían la prohibición de las autoridades y concentraron sus actividades mineras extractivas para suplir las necesidades del mercado de materiales áridos, extrayendo agregados de las terrazas formadas en terrenos cercanos al mismo río, pero que son de propiedad privada.

Empresas que realizan extracciones fundamentadas en criterios técnicos y bajo normas legales, pasaron entonces a operar en las terrazas del Nizao.

En algunas zonas de actividad minera se han reclamado grandes extensiones de terrenos, como el caso del ingenio CAEI, donde en  las zonas explotadas, el suelo se ha recuperado y puede volver a ser sembrado de caña.

«Hay otras zonas donde se extrajo material para agregado y ha estado en proceso de restablecimiento del suelo y se ejecutan proyectos de reforestación,  sustentados en los planes de manejo ambiental exigidos”, explicó Hernández.

Nosotros hemos presentado estudios a las autoridades en los que los informes ambientales conllevan un plan de manejo en forma contractual entre mineros y las autoridades, es decir que nunca hemos rehuido a nuestra responsabilidad con la sostenibilidad de la cuenca baja del Nizao», sostuvo Hernández.

También indicó que tal y como lo dice la ley 64-00, las empresas han mantenido una zona de amortiguamiento de 30 metros  de ancho a partir de las referencias del talud que determina el cauce del río.

«Eso no quiere decir que no hayan personas desaprensivas por ahí que se meta y viole las normas técnicas, porque eso yo no lo puedo asegurar, y son a los que le llaman las «hormigas».

SUGERENCIA

El director ejecutivo de la Asociación de Productores de Agregados sugirió a las autoridades medioambientales que flexibilicen la resolución 16-2007 que debe ejecutarse a partir del 10 de noviembre,

de manera que el traslado de las empresas se haga de manera gradual y sin afectar sus operaciones para evitar un desabastecimiento al mercado y un caos en los precios de los agregados para la industria de la construcción.

Sostuvo que desde el año 1997, las empresas productoras de agregado no operan en el cauce del río sino en sus terrazas y descartó que sean la extracciones la que contribuyeron a desecar el cauce del río en el tramo comprendido entre  el contra embalse de las Barias y la desembocadura en el mar Caribe como, permanentemente se dice. La desecación del referido cauce se debe a que el acueducto Valdesia-Santo Domingo  se abastece directamente de la represa de Valdesia y aguas abajo a esta infraestructura se encuentra  el contra embalse de Las Barias que represa  y deriva la totalidad del caudal del río Nizao hacia el sistema de riego de los canales Marco A. Cabral y Nizao-Najayo. Es decir, que con estas instalaciones se evita que se desperdicie el preciado líquido, aplicando la política de «Ni una gota al mar».

Sobre la cuenca baja del río Nizao, las terrazas consisten en depósitos aluviales aledaños al cauce del río y no constituyen más parte activa del curso de agua. Ya que este fue canalizado como consecuencia de las extracciones que se hicieron en el mismo en los años 90.

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