Afirma inmigrantes arruinarán a EEUU

Afirma inmigrantes arruinarán a EEUU

WASHINGTON (EFE).- El célebre académico de Harvard Samuel Huntington ha causado una gran polvareda con su último libro, en el que argumenta que el enorme flujo de inmigrantes iberoamericanos amenaza los valores y la identidad de Estados Unidos.

No es para menos: el ensayo de Huntington, que ya ha cosechado adjetivos como «racista», «incendiario» o «falso», dice que el flujo a EEUU de inmigrantes, principalmente de México, representa una amenaza para el futuro del «sueño americano» y la pureza ideológica anglo-protestante.

Huntington ha levantado este revuelo antes incluso de que el libro salga a la calle, en mayo, con la publicación de un extracto en la revista «Foreign Policy» (Política Exterior).

Titulado «¿Quiénes somos?», el volumen apunta a la elevada tasa de natalidad de los hispanos (unos 40 millones del total de 280 millones de habitantes del país), y su presunta incapacidad para acatar los valores anglo-protestantes y aprender inglés.

A partir de ahí, el académico de 76 años da un salto en el vacío y advierte de la amenaza que esta comunidad representa para el futuro de la identidad nacional de EEUU, que podría quedar dividido en un país con dos pueblos, dos culturas y dos lenguas.

«En esta nueva era de la globalización», dice Huntington, «el único desafío inmediato y más serio a la identidad tradicional estadounidense procede de la inmensa y continúa inmigración de Latinoamérica, especialmente de México».

El académico está acostumbrado a la notoriedad, sobre todo a raíz de su obra «El Choque de las civilizaciones y la construcción de un nuevo orden mundial».

Publicado la pasada década, ese ensayo predecía un conflicto entre Occidente y el mundo árabe que algunos vieron confirmado con los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.

Huntington argumentaba ya entonces que la era de los conflictos ideológicos y políticos había concluido para dar paso a otra en la que los enfrentamientos se producirían entre culturas que representan valores incompatibles.

En esta ocasión, a Huntington se le han echado encima desde diferentes flancos.

Algunos sociólogos creen que su tesis es desacertada porque, entre otros motivos, hace caso omiso de las estadísticas que muestran que las sucesivas generaciones de mexicano-estadounidenses adoptan el inglés rápidamente como primer idioma, a expensas del español.

Por su parte, el Consejo Nacional de la Raza, una de las principales organizaciones latinas de EEUU, le calificó de «intolerante» y expresó temor porque, aunque el discurso no es nuevo, llega en momentos de intensificación de los movimientos contra los derechos de los inmigrantes indocumentados y la educación biling~e.

La cuestión llegó incluso a la Casa Blanca, donde un periodista preguntó al portavoz Scott McClellan cuál era la postura del Gobierno. «No opinamos sobre artículos», respondió el portavoz.

Huntington, ex asesor del Departamento de Estado en el Gobierno del presidente Jimmy Carter, cree que los mexicanos establecidos en los estados fronterizos del sur podrían crear un enclave étnico al estilo de Québec en Canadá.

También advierte, en tono amenazador, que peligran lo que él considera componentes clave de la cultura con que se fundó el país: la lengua inglesa, el compromiso religioso, la concepción anglosajona del derecho, la ética del trabajo y la individualidad.

Entre lo que más le preocupa se encuentra el lenguaje.

Y así, el profesor cree que los hispanos podrían obligar a candidatos políticos en determinados estados a aprender español para lograr sus votos.

Huntington también critica a los líderes hispanos por tratar de «transformar el país en una sociedad biling~e», y dice que si la tendencia continúa, «la división cultural entre hispanos y anglos podría reemplazar la división racial entre blancos y negros».

El académico guarda lo mejor para el final del artículo, cuando señala que los inmigrantes no tienen cabida en el «sueño americano»: «Los mexicanos sólo podrán participar (en el sueño americano) cuando sueñen en inglés», anota.

Pero como dijo Rodolfo Garza, un profesor de la Universidad de Columbia, los argumentos de Huntington tienen más de delirio que de discurso académico.

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