El empresario Rafael Alvarez Crespo declaró que bajo ninguna circunstancia se debe permitir que se viole la Ley General de Electricidad, en el sentido de sólo reconocer como autogeneradoras a las empresas que tengan capacidad superior a los 15 megavatios.

Al referirse al planteamiento del secretario de Finanzas, Rafael Calderón, en un documento dirigido recientemente a un grupo de asociaciones empresariales, donde favorece que sólo se reconozcan como autogeneradores a los que tengan una capacidad superior a los 15 megavatios, Alvarez Crespo dijo que de esa manera se le estaría quitando el instrumento a los grandes consumidores de energía, de obtener tarifas relativamente cercanas a sus competidores internacionales en materia de precios de electricidad.

Alvarez Crespo, ex presidente de la Asociación de Empresas e Industrias de Haina, al hablar a título personal, sostuvo que el espíritu de la Ley General de Electricidad es propiciar la competitividad de las empresas, permitiéndoles autogenerar la energía que consumen en sus actividades productivas, exentas de impuestos a los combustibles que utilizan.

En una información publicada ayer en esta sección, la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes declaró que los argumentos de la Secretaría de Finanzas, para que sólo se reconozcan como autogeneradores de energía, a las empresas que tengan capacidad superior a los 15 megavatios, no tienen ningún peso, son violatorios de la ley que rige la materia y mandan una señal de falta de seguridad jurídica.

Al respecto, Alvarez Crespo recordó que la ley establece un desmonte de los dos megas requeridos en principio para poder acogerse a empresas no reguladas, a 0.5 megas, cuya reducción mínima es con el objetivo, «y así se hace en los países desarrollados, de hacer más eficiente a los sectores productivos».

En otro orden, dijo que últimamente sus empresas recibieron facturas de energía eléctrica con aumentos exagerados de tarifas.

Resaltó también que en términos generales, el sector industrial se encuentra en una etapa de recuperación de la crisis que lo afectó en el 2003.

Entre los principales problemas que, a su juicio, afectan a la industria todavía está, la energía eléctrica, tanto por su costo como por lo deficiente del servicio.

Igualmente, las altas tasas de interés y una serie de impuestos aumentados y/o creados el pasado año.

Citó entre esos impuestos, el aumento de la comisión cambiaria de 4.75% a 10% y el establecimiento de 2% a las importaciones, así como el recargo de 5% a las exportaciones. Pidió que realmente estos impuestos sean transitorios, porque están afectando de manera considerable a la industria.