El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez dijo ayer que es hora de que “todos juntos luchemos contra las injusticias, la pobreza, los intereses partidistas que destruyen y corrompen” porque a su juicio el pueblo no puede caer en la desesperación por la falta de esperanza.

“Pidamos por nuestro país para que el Señor nos ilumine y juntos busquemos la solución a estos mismos problemas”, expresa monseñor López Rodríguez en una circular que envió a las diócesis y las parroquias para convocar a una Jornada de Oración para el próximo sábado 24 con la que se busca pedir fuerzas a Dios para poder enfrentar la crisis económica, política y social que afecta a la Nación.

El dignatario católico dijo que en la jornada de oración se pedirá que se moderen las ambiciones políticas, las divisiones de los partidos y que los dirigentes se decidan por servir al pueblo y que se aprovechen menos de su posición.

El Cardenal expresa en su circular que hay una situación que «parece como si el episodio de la Torre de Babel se volviera a repetir”.

Planteó que los hombres no se entienden o no quieren entenderse y cada quién defiende sus intereses, sin importarle los derechos y los intereses de los demás, ocultando muchas veces posiciones inescrupulosas.

«A nadie se le oculta que el país está viviendo un período político, social y económico muy preocupante. A nuestro alrededor la radio, la televisión se hacen eco a diario de esta situación creando una sensación de pesimismo en nuestro pueblo», dijo el Cardenal en la circular.

En la misma se agrega que en el país se plantean estrategias en busca de soluciones que por estar cargadas de intereses creados no representan solución ni parecen apropiadas para enfrentar los problemas.

Mientras, planteó, la incertidumbre, la angustia se van apoderando del hombre de la calle, que está indeciso sobre qué rumbo tomar y a quién hacer caso.

El prelado hizo referencia a la carta pastoral de los obispos en donde señalan la crisis general y que, a su juicio, para nadie es desconocida porque hay muchas cosas que perturban el ánimo del pueblo dominicano.

Dijo que está convencido de que la oración todo lo alcanza y por eso exhorta a los fieles a unirse de manos para elevar «nuestros corazones a Dios para que venga en ayuda y muestre caminos de esperanza».

La circular explica que consciente de que hay problemas que humanamente no tienen solución es el momento de acercarnos a la fuente de la misericordia, del Dios bueno y bondadoso que quiere y puede ayudarnos para presentarle la grave situación que sufre el país.

“Invito, pues, como arzobispo de Santo Domingo, a todos los fieles, hombres y mujeres de buena voluntad, a unir nuestras manos y elevar nuestros corazones a Dios para que venga en nuestra ayuda y nos muestre caminos de esperanza, la oración todo lo alcanza,” expresó el Cardenal.