“Los empresarios dominicanos en su supuesto afán por competir en los mercados internacionales, convirtieron siempre los incentivos fiscales en la norma de su actividad productiva y pareciera que los subsidios del gobierno dominan la ecuación que define sus ganancias”

El economista Apolinar Veloz consideró que la crisis que se presenta en la economía dominicano no es de inserción en los mercados internacionales, sino una crisis de incentivos y por la desaparición de políticas de apoyo empresarial.

Dijo que concretamente lo que ha ocurrido con las zonas francas, es que se ha producido un cambio en las facilidades que se construyeron para que ese sector existiera.

“ Nunca los incentivos (fiscales y de acceso a mercados) pueden constituir una plataforma permanente para el desarrollo de ningún sector económico”, expresó Veloz.

“En mi opinión estas empresas de zonas francas nunca conquistaron un mercado internacional, es decir no se insertaron en ese mercado atendiendo a sus condiciones para competir. Por consiguiente, si estas condiciones especiales desaparecen también lo harían las empresas de ese sector”,  agregó.

Al ser abordado sobre un plantamiento del economista Pavel Isa de que la economía dominicana se encamina a una crisis de inserción a los mercados internacionales, parecida a la de los años 80, Veloz dijo que los empresarios dominicanos “en su supuesto afán por competir en los mercados internacionales, convirtieron siempre los incentivos fiscales en la norma de su actividad productiva y pareciera que los subsidios del gobierno dominan la ecuación que define sus ganancias. “Este hecho resulta ser de suma importancia cuando se analiza la inserción de las empresas dominicanas en el mercado mundial”. “En efecto, los empresarios no  buscan mejorar los procesos de producción, no buscan incrementar la productividad (ni siquiera existen medidas confiables de la productividad industrial), como tampoco buscan mejorar los productos que se destinan al mercado interno o al externo.

Esta es la búsqueda que debería orientar la clase empresarial para lograr los más elevados beneficios ya que acciones como estas permitirían elevar la competitividad del sector”, expresó.

Por otra parte, Veloz dijo que el gobierno carece de una política de incentivo a las exportaciones industriales, “ y fue en este marco en el que se negociaron acuerdos comerciales con otros países y para el cual ni las empresas locales ni el gobierno estaban listos para participar competitivamente”.

Explicó que “la República Dominicana continúa participando, igual que antes y con los mismos productos en los mercados internacionales, exceptuado los productos mineros por una razón puramente de precios, y que el sector industrial dominicano no ha logrado penetrar los mercados internacionales y por eso su participación en las exportaciones nacionales es aún pequeña”.

Reconoció que es cierto que “el impacto del alto costo de la electricidad y  del dinero, así como el alto costo de la administración de los puertos, del transporte (tanto de carga como de pasajeros) por ejemplo, impactan negativamente en los precios finales de los bienes producidos por las empresas locales. Y como si esto fuera poco, a estos costos se suma la sobre valoración del peso dominicano por lo que resulta obvio que las empresas dominicanas puedan competir ventajosamente en los mercados internacionales”.

No obstante, dijo que las empresas dominicanas han disfrutado y disfrutan de incentivos para hacer posibles sus operaciones.