El empresario Antonio Espín dijo ayer que la economía dominicana pasa por una etapa Adepresiva y recesiva@, por la incertidumbre y desconfianza que afectan a los agentes económicos y a la población en sentido general, que no quieren invertir ni siquiera en la compra de lo más elemental.

«Son dos factores que están afectando a la gente, uno psicológico y el otro económico. La gente se siente que está deprimida», dijo Espín, tras afirmar que esa situación afecta a ricos y pobres.

Explicó que cada vez que una ama de casa va al supermercado o a cualquier otro centro de expendio, sale deprimida, porque con el dinero que tenía programado gastar no pudo comprar ni una tercera parte de los productos que necesitaba.

Añadió que lo mismo sucede con los agentes económicos, que aunque quisieran, no pueden invertir en ampliar y mejorar sus negocios, porque cada vez son más los aumentos de costos y los impedimentos para avanzar y generar más empleos y riquezas.

Dijo que el comercio de electrodomésticos y muebles ha caído en un 40 por ciento en los últimos días, por efecto de los problemas que afectan la economía dominicana, en perjuicio de productores locales y de importadores.

Reconoció que el circulante aumentó significativamente en las últimas dos semanas, ante el retiro de los certificados de inversión del Banco Central.

Sin embargo, afirmó que esos recursos en una gran proporción fueron convertidos en dólares, porque la gente busca resguardar sus pesos, por la incertidumbre y desconfianza que afecta a los dominicanos.

«Hay una gran recesión, una disminución profunda de la actividad económica. Hay un descalabro del consumo. El comercio está natimuerto en estos momentos», sostuvo Espín.

Según el empresario, en el país no hay un consumo importante de ningún producto, por lo que las importaciones también se han reducido en más de un 40 por ciento.

Afirmó que el aumento del tipo de cambio y de los tributos que se aplican, no es un problema de la Dirección General de Aduanas, porque esa entidad no los establece.

«El conjunto de factores de que inciden en la economía, está afectando la actividad productiva», puntualizó.

Añadió que con los altos precios, la gente está dejando de comprar, los sectores productivos de producir y los importadores de importar.

Planteó que la única forma de salir del letargo que afecta el comercio y la producción en sentido general, es con un plan concreto dirigido a reactivar la economía.

La reducción de las tasas de interés activas que se aplican a los préstamos, es un factor vital para dinamizar la economía, pero añadió que los bancos no pueden reducirlas si el Banco Central paga hasta un 50 por ciento de interés por los certificados financieros.

«El faro de luz de la tasa de interés es el Banco Central, ese faro de la economía, porque si el Banco Central manda que es un 50 por ciento, los bancos comerciales tienen que moverse en dirección a eso», dijo.

Agregó que las autoridades han restringido el acceso al dinero para estabilizar el tipo de cambio, pero que eso no ha surtido los efectos esperado.

«Pero mientras tanto, la tasa de interés que tienen que salir a buscar los bancos para buscar dinero, la tienen que pagar altísima también», expuso.

El dirigente empresarial también ponderó la importancia de que se active la generación de empleos, pero sostuvo que para ello es vital tomar una serie de medidas que contribuyan a impulsar la producción.

Entre esas medidas citó la reducción de los aranceles y de otros impuestos y crear un clima de confianza entre los agentes económicos para que inviertan.

«Hay que generar un clima de confianza, que no sea ni persecutorio ni confiscatorio de los pocos ingresos que tiene la gente», sostuvo.

Cuestionó que el gobierno, aunque lo prometió, no ha quitado el gravamen del 1.5 por ciento a las ventas brutas.