Afirman EU está perdiendo guerra contra narcotráfico

Afirman EU está perdiendo guerra contra narcotráfico

Washington. EFE. Los comandantes del Comando Sur y la Guardia Costera de Estados Unidos pintaron ayer un pesimista panorama en la lucha contra el narcotráfico en Latinoamérica por la falta de recursos, la fuerte demanda norteamericana y el perfeccionamiento de la logística de los cárteles.

La apertura de nuevas rutas de la droga que se consideraban cerradas, falta de recursos para interceptar cargamentos, gobiernos centroamericanos sobrepasados por la violencia de los cárteles y políticas que no ayudan a reducir la demanda en EE.UU. fueron algunos de los puntos más preocupantes destacados en una audiencia el Congreso.

El general John Kelly, jefe del Comando Sur, que opera en Latinoamérica, y el almirante y comandante de la Guardia Costera, Robert Papp, reconocieron que la situación está empeorando y centenares de toneladas de droga se escapan a su control y llegan a las calles estadounidenses.

Pese a la buena marcha de la cooperación con los gobiernos latinoamericanos para romper la cadena del comercio de narcóticos desde su origen, “redes sofisticadas y globales” están consiguiendo introducir números récords de droga en EE.UU., el mayor demandante de este tipo de sustancias del mundo. “La zona en la que luchamos (Latinoamérica) es el origen de las tres drogas más peligrosas en Estados Unidos, cocaína, heroína y metanfetaminas, que son producidas al sur de la frontera y transportadas en esta increíblemente eficiente red criminal en la que se puede traficar también con inmigrantes, armas o terroristas”, explicó Kelly.

El general dijo que solo obtiene el 5 % de los recursos en reconocimiento, inteligencia y vigilancia que considera que serían necesarios para intervenir cargamentos de drogas que viajan desde Sudamérica a Centroamérica y México por tierra, en avión, embarcaciones e incluso bajo el agua.

Del mismo modo, sus socios de la Guardia Costera cuentan con menos embarcaciones de las que requerirían, pese a lo cual han intervenido en los últimos cinco años más de medio millón de toneladas de cocaína, el doble que todas las demás agencias estadounidenses juntas. Ese número representa solo alrededor del 20 % del tráfico de cocaína, droga que junto con la heroína y las anfetaminas son responsables de más de 40.000 muertes estadounidenses por sobredosis cada año. “Cada vez estoy más preocupado por la situación en el Caribe”, alertó el general Kelly, quien dijo que hay países en esa zona “al borde del precipicio”, pese a estar haciendo un trabajo encomiable.

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