Con las consignas “los corruptos a la cárcel, cero impunidad, hoy es a la buena mañana es con candela”, entre otras, por primera vez el movimiento Marcha Verde se trasladó ayer a un barrio de Santo Domingo: Capotillo, donde las manifestaciones suelen tornarse violentas.
Decenas de personas, en su mayoría jóvenes, iniciaron la jornada de manera pacífica en la calle 16, frente a la escuela Salomé Ureña, con la advertencia de que las plantas a carbón de Punta Catalina forman parte del cuerpo del delito de las operaciones ilegales realizadas por la empresa brasileña Odebrecht y sus aliados políticos en el país.
En un documento leído a la prensa, los vocero de la Marcha Verde consideraron que la adjudicación a Odebrecht del contrato de Punta Catalina, por parte del presidente Danilo Medina, debe investigarse penalmente tomando en cuenta el patrón internacional de corrupción de la empresa.
Además, por las denuncias de sobrevaluación de otras empresas que participaron del concurso de licitación, el señalamiento de sobornos llevados a cabo en el Congreso Nacional para la reelección del presidente Medina -presentado por la entonces diputada Minou Tavares Mirabal-, así como las recientes advertencias sobre irregularidades penales hechas por el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaño Guzmán.
Recordó que esta semana el país espera los nombres de todos los sobornados por Odebrecht, desde 2001 hasta 2014, pero además de que se investiguen todas las sobrevaluaciones y el posible financiamiento ilegal de campañas electorales por parte de la citada empresa.
Sirvieron como voceros Natalia Mármol, Carlos Ramos y Luis Javier, los dos últimos representantes de organizaciones populares de Capotillo.
Los dirigentes populares y de la Marcha Verde de Capotillo propusieron que, después de procesar a los responsables, la justicia recupere los 92 millones de dólares pagados en sobornos y los más de mil millones de dólares robados a través de sobrevaluaciones por Odebrecht para ser invertidos en la mejoría de los servicios básicos en barrios y campos del país.
Consideraron que con una mínima parte de los recursos robados el gobierno podría construir las dos estancias infantiles, la escuela de Los Manguitos, el polideportivo, la ampliación del Túnel, el Centro Comunal y dar luz 24 horas, entre otras obras de vital importancia para la comunidad.
Aseguraron que los barrios y campos del país están llenos de pobreza y exclusión porque un grupo de la delincuencia política instalada en el Estado se concentra en robarse el dinero que el país necesita para resolver la histórica deuda social, de salud, educación, seguridad, empleos y deportes.
“La Marcha Verde está entrando a los sectores populares porque la gente pobre es la más afectada por la corrupción y la impunidad; solamente rompiendo con esa estructura que nos oprime podremos dedicar los recursos del Estado a la solución de nuestros grandes problemas”, expusieron.
Advirtieron que así como la marcha inició en Capotillo, de esa misma manera se extenderá por los demás barrios y las comunidades del país.
Para el próximo domingo tienen programada una gran marcha verde en la provincia de Azua.
Durante el recorrido los manifestantes entregaban volantes casa por casa con mensajes alusivos a los sobornos, sobrevaluaciones y otras forma de corrupción.