Afro-descendencia:
valor universal

Afro-descendencia: <BR>valor universal

Este año  2011 se celebrará en el  Mundo  “Las herencias  humanas originarias  del continente  africano”. Imaginamos pues, un concierto universal y global  que  nos permita entender en toda su riqueza la trascendencia de  África sobre  la humanidad. Tenemos la oportunidad abierta para salir de las imágenes y de los prejuicios  reductores  cuando  de  África se trata.

Para lograrlo,  apliquémonos  sin  miedo en utilizar  una pedagogía  abierta y salir de caricaturas, pues el Continente Africano ha demostrado que es mucho más  que  un tambor  y una lanza, es como,  decía Léopold  Sédar  Senghor, poeta, intelectual,  y hombre  político, Presidente de Sénegal  por más de 24 años, una “civilización que  pertenece  al gran concierto  de la  civilización  universal”.

Es preciso recordar  que en  Etiopía la  Reina de Saba  contrajo nupcias  con el Rey Salomón y que en esta nación africana se han desarrollado  hasta  hoy la religión cristiano-católica con la comunidad copta, una de  las comunidades más antiguas del catolicismo, siendo este legado espiritual cristiano perteneciente de lleno a la construcción mística y espiritual  del  “rastaforismo” que se ha difundidlo por el mundo como emanación del reino de Salomón reencarnado por el  Emperador Sélassié. Herencia  –la filosofía

“Rastafari-” que se difunde  por el  mundo entero como una  filosofía espiritual que ha marcado varias  generaciones y  transmitido  su creatividad  a través del “reggae” y de personas mediáticas  claves  como  Bob  Marley  y Burn  Spears.

En esta cuenca africana, también  llegó la palabra y el mensaje de Iavé, y de Moisés, a través de las enseñanzas hebraicas de la  Torah  dando  nacimiento a una comunidad  religiosa  hebraica los “felashas”.

Introducimos los aspectos  místicos y religiosos  porque  son  instrumentos  que permiten entender los usos y costumbres de las  sociedades y de los grupos  humanos.

África en su esencia  tiene  su trascendencia  de religión  y religiosidad  anímica de la cual el mundo se inspiró  en los  procesos de  sus identidades  singulares y plurales  como  se expresan en el candomblé brasileiro, en la ritualidad  mágico religiosa de Bahía, en las cofradías de Ogún, como también,  en las manifestaciones  yorubas de  Cuba.

Pero esta misma  África, como otros continentes,  ha  sido evangelizada por el cristianismo católico  y  protestante  así  como por el Islam.

Todas estas epopeyas religiosas y espirituales nos  ofrecen un continente  abierto de una gran fortaleza y diversidad  cultural que no podemos seguir  viendo con  ojos de ignorantes.

África es el continente de hombres grandes y universales como  Patricio Lumumba, libertador del colonialismo en el Congo, luchador  por las independencias para toda  África,  gran  admirador  y cómplice del legendario Ché Guevara. Al igual como lo es desde hace más de 20 años, Nelson Mandela, forjador de la paz y de la convivencia,  gobernabilidad compartida entre blancos y africanos  en  África del Sur.

Mandela es el libertador de los ghettos  y del apartheid, integrador nacional por una  ciudadanía  democrática  entre todos,  sin que importen el criterio de color u otros detalles desintegradores.

En este sentido, Mandela respondió a la coherencia abierta por Martín  Luther King, quien al precio de su vida abrió el camino de la  convivencia cívica en Estados Unidos.

Las marchas  de todos  los ciudadanos  hacia  Washington  fueron revolucionarias  y visionarias en los años 60, desde este aspecto las luchas de los seguidores de Luther  King edificaron el  pensamiento y el camino que dejó las  bases espirituales y  humanas para que  un  hijo de  un africano  como el actual presidente de Estados Unidos, Barak Obama lograra ser el Presidente de todos los norteamericanos.

Tendremos que celebrar, educar  y enseñar que hay un pensamiento,  una  inteligencia africana nutrida de un gran humanismo libertador  que enriquece  nuestro siglo XXI, como tanto aportó al pasado siglo,  en su final con las luchas de Mandela y de todos los sudafricanos  y que nos abre  en América  perspectivas  nuevas  del diálogo  multicultural  con  Barak Obama.

Tendremos que observar y estudiar que más allá de la herencia de las sociedades de plantación, es decir, de las sociedades que han sufrido  la esclavitud sin dejar de tomar conciencia y lugar de la historia, África  entregó al mundo su sabiduría  y su imaginario, y que hoy   permite que  África  esté más allá  de sus fronteras continentales, pues todo el continente  americano recibe desde los años  70  una  gran diversidad migratoria  que tanto en Estados  Unidos  como  en Canadá,   participan en las universidades y centros docentes y culturales, contribuyendo a enriquecer el pensamiento  afro-americano entrando en un diálogo con los descendientes de la esclavitud cuyos antepasados forjaron memoria e historia en Estados  Unidos.

Desde la  Harlem Society de principios de siglo pasado, que estableció los valores éticos  y poéticos  con la  herencia africana, recibida y transmitida por los descendientes de esclavos; hasta las  generaciones contemporáneas afro americanas, comparten con  las  nuevas migraciones africanas una  nueva  y enriquecedora  trayectoria cultural en Chicago, Detroit y  Atlanta, con los lazos  abiertos  por toda  África.

En América, en Latinoamérica y el Caribe, podemos  adelantar el  orgullo de todos  aquellos  que han contribuido y siguen contribuyendo  con el diálogo  cultural y  humano con  el continente  africano.

Para aterrizar a nuestra sociedad, pocos  saben  que la cantautora  Xiomara  Fortuna ha sido  nombrada  este año por la  UNESCO, miembro de la  diáspora africana y afrodescendiente,  gracias al reconocimiento y al trabajo del embajador de Benín, exDahomey en  la UNESCO de París, compañero de Zenaida Jansen, dominicana que estudió y reside en París. Con este reconocimiento, Xiomara Fortuna fue recibida en Nigeria y Burkina Faso por las  altas autoridades culturales, donde la artista representó a su país  e intervino  en varios  conciertos, como lo ha hecho en sus más de 25 años de carrera cultural y artística.

Más  allá  de  este evento, queda  claro  que  Xiomara  Fortuna  ha trabajado siempre  los lazos  sincréticos y fusionales con África, a todo lo largo de su carrera, en sus composiciones musicales y en el cedé  Balbuceos, que  produjo  Caribafrik en el año 1995 en París.  Ella  tiene  temas de percusión y   fusión  en la  pieza  Salmo  mayor  Mámá Afrika, y Llegó  Mandela.

Tenemos para el país una extraordinaria oportunidad de reflexionar y estudiar las trascendencia del legado de África en nuestra sociedad, tenemos una poesía  de resonancia  rítmica  y metafórica,  cuya estética  es referible y comparable a la reducción poética del Caribe que ha heredado  de la oralidad africana.

Esta cita universal de la  Afro-descendencia es una oportunidad  única de inventariar  y engrampar la riqueza de la multicularidad  dominicana  en sus matices afrocaribeños, como lo son la  poesía de Manuel Del Cabral,  Manuel  Rueda, Pedro Mir, Mateo Morrison, Norberto James, de Aída Cartagena Portalatín,  y tantos  autores como Marcio Veloz  Maggiolo, Carlos Esteban Deive, y otros/as, cuyas  obras  son verdaderas fuentes reveladoras de una ética y de una estética africana envuelta en la dominicanidad y –valga la redundancia- contribuyente  de la dominicanidad.

Nos parece  fundamental que los organismos públicos y organizaciones privadas se unan en este año 2011 para producir conjuntamente  resultados, compartiendo recursos y  logísticas,  esa  nota fundamental para  todo el Caribe  de la trascendencia de  África en los usos y costumbres dominicanos, pero también en su trascendencia espiritual,  ritual  e intelectual que tanto ha contribuido y significado para muchas naciones de diferentes continentes.

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