París. La diseñadora española Ágatha Ruiz de la Prada tiene entre sus proyectos vestir a una orquesta completa para dar color y vida a los músicos, que, en su opinión, van siempre “de negro y como para una boda de pueblo». Ruiz de la Prada planteó esta idea en el lanzamiento esta semana en su boutique de París del disco de la violinista rusa Elena Mikhailova “Entre jotas y zapateados-Homenaje a Pablo Sarasate”, del que ella diseñó la portada y la contraportada.
La creadora dijo a Efe que desde hace años va a conciertos y siempre ha pensado- “Qué coñazo ver a toda esta gente vestida de negro, porque la gente que no tiene un oído extraordinario, como es mi caso, y a veces se despista, de seguro le gustaría estar viendo colores, formas y no solamente el aburrimiento del negro». Por eso, cree que hay que cambiar un poco la estética del mundo de la música y recibió con gusto la propuesta de la violinista de hacer sus presentaciones vestida de Ágatha.
Mikhailova sostiene que su música “está llena de tonos, colores y matices, como la ropa de Ágatha”, y sueña con la posibilidad de que la creadora vista a todos los miembros de la orquesta de cámara de la que es solista, para “romper con la monotonía del blanco y el negro». Ruiz de la Prada, que no descarta materializar esa idea, aceptó que su tienda fuera el escenario de la presentación en Francia del disco de esta violinista rusa de origen armenio porque es “sublime».
.“Si quieres ser feliz, tienes que ir bien vestido y bien comido, pero si quieres ser infinitamente feliz, tienes que escuchar a Elena Mikhailova”, declaró a Efe. Aseguró que “en el mundo de la moda y en la vida, en general, se tiene que estar en contacto constante con el mundo de la cultura”, no solo porque “es su obsesión” y la “nutre”, sino porque además cree que es un “lenguaje artístico que está por encima de cualquier otro».
“Si mañana ganas la lotería o si te casas con Ibrahimovic, al día siguiente sigues sin saber tocar el piano o el violín. Así que los músicos me despiertan todo el respeto y la admiración posible”, explicó Ruiz de la Prada, quien abrió su boutique parisina en 1998.