Agenda bilateral sobre el tapete

Agenda  bilateral sobre el tapete

La resquebrajada agenda bilateral que repetidas veces han intentado desarrollar la República Dominicana y Haití está resurgiendo en estos momentos. Los cancilleres Miguel Vargas, dominicano, y Antonio Rodrigue, haitiano, han invocado el compromiso de trabajar para destrabar el intercambio comercial, facilitar la inversión recíproca y llegar a definiciones puntuales sobre migración, entre otros temas trascendentales para ambos países.
El intercambio comercial entre República Dominicana y Haití ha sufrido variados tropiezos, desde aplicación sin fundamento de obstáculos de sanidad avícola en perjuicio de los dominicanos hasta el bandolerismo en las rutas de tránsito en el vecino territorio. Ese comercio también ha sido obstaculizado por intereses de ricos haitianos que prefieren monopolizar importaciones desde orígenes más distantes y costosos para la vecina República.
En estas negociaciones los dos países deben trabajar por lograr mecanismos aduanales que protejan a los consumidores y al fisco a ambos lados de la frontera, combatiendo la informalidad y el contrabando. Deben procurar convenios migratorios serios y sostenibles, basados en el respeto de las soberanías. Ambas partes tienen que trabajar en la convicción de que el intercambio comercial sin trabas es lo más conveniente para dominicanos y haitianos.

 

Agua potable para zonas afectadas

El hecho de que las inundaciones hayan obligado a sacar de servicio 39 acueductos del país puede tener repercusiones negativas para la salud de muchos dominicanos. La potabilización de agua para consumo humano ha quedado anulada por esa causa en muchas comunidades importantes. Será necesario que las autoridades redoblen esfuerzos para normalizar este servicio y velar por un efectivo tratamiento del agua para evitar brotes de enfermedades.
Por lo pronto, una tarea de primer orden debe ser el suministro de agua potable suficiente a los habitantes de las comunidades que han quedado sin servicio de acueducto o aisladas por vía terrestre. Las tareas de prevención de enfermedades tienen que incluir ese aprovisionamiento. Los acueductos afectados deben ser restablecidos tan pronto lo permitan las circunstancias.

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