Agenda económica de Trump y nuestra política económica

Agenda económica de Trump y nuestra política económica

Para evaluar nuestra política económica, saber si está o no bien orientada, debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Cómo afectará a nuestra economía, las políticas económicas de Para evaluar nuestra política económica, saber si está o no bien orientada, debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Cómo afectará a nuestra economía, las políticas económicas de Trump de reducir la inmigración, desregulación financiera, proteger la producción local de competencia externa y bajar niveles de las tasas de tributación?
Para responderla por tema, son necesarios cálculos considerando escenarios, como no los tengo, planteo posibles consecuencias. La justicia derrotó a Trump dos veces, rechazó sus decretos discriminatorios y anti-inmigrantes, y el jueves pasado fue humillado por su propia gente en el Congreso, tuvo que retirar el proyecto de ley con que pretendía acabar con la ley sanitaria de Barack Obama.
Como su ego está golpeado, podría esperarse una escalada en la deportación de ilegales para complacer a los que hicieron posible su elección. Me refiero a los trabajadores con salarios reales congelados desde hace tiempo, por la competencia de China, la India e inmigrantes. Lo que podría afectarnos; las remesas de nuestros trabajadores expatriados representan un 7% del PIB, han crecido 5.8% en los últimos nueve años.
Quiere modificar la Ley Dodd-Frank del 2010, que creó agencias regulatorias para proteger al consumidor y dispone transparentar mercados de derivados financieros. Gana Wall Street, que quiere volver a la política de mercado financiero totalmente desregulado, aunque fue germen de la Gran Recesión de 2008. Los mercados han respondido con aumentos de activos y apreciación del dólar versus demás monedas del mundo, lo que impactará negativamente nuestra economía, veamos por qué.
Cuando el dólar se encarece, dice la teoría, aumenta el precio del petróleo. Aunque hasta ahora no se cumple, con certidumbre nadie puede hacer pronósticos. Lo que está claro es que alza del dólar y aumento del petróleo, aumentan la inflación importada. Eleva el déficit de la balanza comercial, vía la mayor factura petrolera y encarecimiento de las compras externas.
Y reduce el superávit de la cuenta financiera. Un mayor precio del dólar en el mercado internacional, se combinaría con la normalización de la política monetaria en Estados Unidos, para aumentar los intereses que pagamos por la deuda pública en dólares. La del gobierno se ha multiplicado 2.6 veces en los últimos ocho años, hasta $18,420.8 millones de dólares esta semana.
En suma, aunque fallidas las iniciativas de Trump, podrían generar costos para nuestra balanza de pagos, presupuesto del gobierno, empresas y familias. El costo sería mayor si nuestro Banco Central permitiera que el peso depreciara por exceso de demanda de dólares originado por el cambiante ambiente externo. Como lo recomiendan algunos analistas, no obstante las estadísticas oficiales decirles que no hay escasez de dólares, que la oferta supera los requerimientos habituales. Es decir, la política monetaria debe apoyarse por correcta y porque está orientada tomando en cuenta la incertidumbre externa.
Lo mismo opino con relación al trabajo que realiza la DGII, de llevar al mínimo, respecto a lo que potencialmente debe cobrar, la evasión del ITBIS e Impuesto Sobre la Renta. También la elusión de corporaciones, extranjeras principalmente, que podrían intentar minimizar sus obligaciones ante el Fisco, no obstante el limbo en que se encuentra la reducción de tasas y otras políticas del programa económico de Trump.
de reducir la inmigración, desregulación financiera, proteger la producción local de competencia externa y bajar niveles de las tasas de tributación?
Para responderla por tema, son necesarios cálculos considerando escenarios, como no los tengo, planteo posibles consecuencias. La justicia derrotó a Trump dos veces, rechazó sus decretos discriminatorios y anti-inmigrantes, y el jueves pasado fue humillado por su propia gente en el Congreso, tuvo que retirar el proyecto de ley con que pretendía acabar con la ley sanitaria de Barack Obama.
Como su ego está golpeado, podría esperarse una escalada en la deportación de ilegales para complacer a los que hicieron posible su elección. Me refiero a los trabajadores con salarios reales congelados desde hace tiempo, por la competencia de China, la India e inmigrantes. Lo que podría afectarnos; las remesas de nuestros trabajadores expatriados representan un 7% del PIB, han crecido 5.8% en los últimos nueve años.
Quiere modificar la Ley Dodd-Frank del 2010, que creó agencias regulatorias para proteger al consumidor y dispone transparentar mercados de derivados financieros. Gana Wall Street, que quiere volver a la política de mercado financiero totalmente desregulado, aunque fue germen de la Gran Recesión de 2008. Los mercados han respondido con aumentos de activos y apreciación del dólar versus demás monedas del mundo, lo que impactará negativamente nuestra economía, veamos por qué.
Cuando el dólar se encarece, dice la teoría, aumenta el precio del petróleo. Aunque hasta ahora no se cumple, con certidumbre nadie puede hacer pronósticos. Lo que está claro es que alza del dólar y aumento del petróleo, aumentan la inflación importada. Eleva el déficit de la balanza comercial, vía la mayor factura petrolera y encarecimiento de las compras externas.
Y reduce el superávit de la cuenta financiera. Un mayor precio del dólar en el mercado internacional, se combinaría con la normalización de la política monetaria en Estados Unidos, para aumentar los intereses que pagamos por la deuda pública en dólares. La del gobierno se ha multiplicado 2.6 veces en los últimos ocho años, hasta $18,420.8 millones de dólares esta semana.
En suma, aunque fallidas las iniciativas de Trump, podrían generar costos para nuestra balanza de pagos, presupuesto del gobierno, empresas y familias. El costo sería mayor si nuestro Banco Central permitiera que el peso depreciara por exceso de demanda de dólares originado por el cambiante ambiente externo. Como lo recomiendan algunos analistas, no obstante las estadísticas oficiales decirles que no hay escasez de dólares, que la oferta supera los requerimientos habituales. Es decir, la política monetaria debe apoyarse por correcta y porque está orientada tomando en cuenta la incertidumbre externa.
Lo mismo opino con relación al trabajo que realiza la DGII, de llevar al mínimo, respecto a lo que potencialmente debe cobrar, la evasión del ITBIS e Impuesto Sobre la Renta. También la elusión de corporaciones, extranjeras principalmente, que podrían intentar minimizar sus obligaciones ante el Fisco, no obstante el limbo en que se encuentra la reducción de tasas y otras políticas del programa económico de Trump.

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