AGENDA LATINOAMERICANA

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AMLO contraataca: 18 de junio
Durante varias semanas, Felipe Calderón, el candidato de centro-derecha por el Partido de Acción Nacional (PAN), para las elecciones presidenciales de México, ha estado desarrollando una eficaz campaña publicitaria para disminuir la imagen de Andrés Manuel López Obrador, su rival de izquierda.

Pero ahora, el señor Calderón acaba de recibir una dósis fuerte de su propia medicina. Recientemente, el señor López Obrador acusó al cuñado del señor Calderón de haber obtenido jugosos contratos durante el tiempo que estuvo el señor Calderón en el Ministerio de Energía, y de haber evadido impuestos.

Si algo de verdad en esas acusaciones o no, el impacto resultó innegable. Dos encuestas publicadas la semana pasada sitúan al señor López Obrador, del Partido Revolucionario Democrático (PRD) de nuevo en la punta por primera vez en dos meses. Es cierto que una tercera encuesta indica que sigue estando detrás, por un ligero márgen. Pero lo que todos los sondeos revelan es que en el espacio de solo unos pocos días, el señor López Obrador ha orquestado una vigorosa recuperación que lo ha colocado de lleno en la contienda.

La rapidez con la cual estas campañas sucias parecen afectar las preferencias electorales indican que México tiene una reserva enorme de los llamados votantes independientes -personas que no se identifican firmemente con ninguno de los partidos-. Esto significa que los electores pudieran evitar dar su voto a un candidato que respaldaban el día antes.

Implica también dos cosas entre ahora y el 2 de julio. La primera es que los dos candidtos punteros -Roberto Madrazo, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se ha mantenido en un tercer lugar relativamente distante durante varios meses-, seguirán buscando en el pasado de su rival más que nunca antes con la esperanza de encontrar algún tipo de indiscreción.

La segunda es que será imposible predecir un ganador. Ambos candidatos planean elegir caminos opuestos durante los próximos seis años y nadie sabe cuál seguirá México hasta que las urnas cierren y se haga pública la cuenta oficial.

Democracia financiera

Entre los muchos obstáculos que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) enfrenta en sus esfuerzos por seguir adelante con su nueva agenda de capitalismo popular para la región, está el alto nivel de concentración en el sector financiero de América Latina.

La iniciativa “Creando Oportunidades para la Mayoría”  -presentada la semana pasada con cierta fanfarria por el señor Luis Alberto Moreno, el presidente del Banco, colombiano y pro-norteamericano-, apunta a integrar a la mayoría de pobres excluídos socialmente y a los no tan pobres de la región mediante el desarrollo de viviendas, telecomunicaciones e infraestructuras básicas sociales.

Además, el BID planea redoblar los esfuerzos para enfrentar la burocracia que dificulta tanto a los negocios pequeños y medianos ser legales. Y además, planea canalizar más recursos en el micro-financiamiento y presionar a los gobiernos a que le faciliten a los bancos recibir y retener la garantía cuando se produzca un incumplimiento.

La democracia financiera, en realidad, está de muchas maneras en el corazón de la nueva orden del día, de cierta manera, debido al crecimiento de instituciones para el micro-financiamiento relativamente pequeñas, como el Banco del Sol, de Bolivia y el Banco del Trabajo, de Perú, el rápido aumento de los flujos de remesas -en México y uno o dos países más- el crecimiento del financiamiento hipotecario, crea un terreno particularmente fértil.

El problema es el patrón de concentración en el cual solo un puñado de bancos controla 60% de los activos financieros de la región. La base de capital de bancos como BBVA y Banco Santander, de España, se citó con frecuencia como una bendición cuando la región se recuperaba de crisis financieras sucesivas. Pero mientras América Latina trata de lograr la estabilidad con el desarrollo de sus mercados internos, el poder relativo de los gigantes pudiera convertirse en un problema.

El truco para el señor Moreno y sus colegas del BID será estimular suficiente interés entre los bancos más grandes, para generar alguna masa crítica que actualmente sirve solo a cerca de cinco millones de clientes en toda la región sin hacer la vida imposible para los participantes menores que han construído sus negocios durante la última década, más o menos.

No debería ser un problema muy serio lograr el interés de los bancos. Después de todo, las organizaciones de micro-finanzas y un grupo de bancos -como Banco Azteca, de México-  que empezaron a arriesgarse en este mercado han tenido bastante rentabilidad. Además, los bancos se están volviendo más sensibles a los temas sociales, aún si solo es para desviar las críticas crecientes de los gobiernos de izquierda y la posibilidad de intervenciones por los gobiernos -como la imposición de límites a las tasas de interés- en el sector. Pero podría resultar más difícil controlar la precipitación radiactiva para los jugadores actuales si los grandes bancos empezaran a trabajar por su pedazo de ese mercado.

Argentina y el FMI

Aunque el presidente Néstor Kirchner dijo formalmente “ciao” al Fondo Monetario Internacional el mes pasado en una masiva manifestación en el centro de Buenos Aires, ante los extasiados gritos de la multitud, el epílogo de la historia de la agria relación de Argentina con el Fondo -al que liquidó los pagos de una sola vez en enero- se sigue escribiendo. Ha sido tema de un acalorado debate en qué medida el Fondo tuvo un papel importante en la implosión de la economía de Argentina en el periodo 2001-02, y algo con lo cual contribuyó de manera importante la Oficina Independiente de Evaluación del FMI en un informe de 2004. Pero ahora, esta pieza de autocrítica está siendo objeto de críticas, precisamente por no haber sido suficientemente crítica.

Esta semana, el FMI publicó en su página de Internet una evaluación “externa” de sus “evaluadores independientes”. Entre las muy abarcadoras y variadas conclusiones del informe, hay una que el Fondo tomó con particular interés: que los “comentarios” de miembros del equipo hicieron que el IEO restara importancia a la responsabilidad del Fondo para que Argentina tuviera su cesación de pago récord, mientras hacía un énfasis mayor en el papel de las autoridades argentinas.

Mientras que el Fondo y el IEO rechazan estos criterios (el IEO Montek Singh Ahluwalia escribió: “Esperar que ese informe no tenga cambios desde la etapa de borrador, es creer demasiado en la inmaculada concepción”) el gobierno argentino sin duda se sentirá encantado con los descubrimientos. En particular, puesto que se conocen inmediatamente antes de que se publiquen las últimas recomendaciones del Artículo IV del Fondo entre las cuales se alerta sobre el uso de controles de precios, y un gasto público desmedido, que probablemente se destacarán de manera prominente. Por el momento, parece haber poco interés en prestarle atención a consejos de este tipo, por muy sensatos que sean.
EDITADO POR RICHARD LAPPER CON NOTAS DE ADAM THOMSON Y BENEDICT MANDER

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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